Este vehículo urbano nació fruto de la reflexión sobre el futuro de la movilidad y de la búsqueda de soluciones que redujeran al mínimo el consumo de combustible.

El contexto en el que vio la luz fue tras la crisis del petróleo de 1979, que provocó que el precio del barril de crudo se encareciese un 270 %, recuerda el fabricante galo.

Esta situación llevó a los ingenieros de Citroën a estudiar todos los factores que podían contribuir a gastar menos, manteniendo las mismas prestaciones o, incluso, mejorándolas, destaca la fuente.

El peso, la aerodinámica y el rendimiento de los motores centraron sus investigaciones, en las que "no se dejó ningún cabo suelto".

El resultado fue el concept-car Citroën ECO 2000, presentado en el Salón de París de 1984 y que, según el fabricante, "marcó un antes y un después", ya que tenía un consumo de 2 l/100 Km a una velocidad constante de 90 Km/h, una velocidad máxima de 140 Km/h y un peso que no alcanzaba la media tonelada.

Tras varios años de investigación, el Citroën AX se desveló ante el gran público en la siguiente edición del Salón del Automóvil de París, la de 1986.

La marca apostó por una "estética rompedora, una aerodinámica récord, con un Cx de 0,31, y pesos de entre 640 Kg y 695 Kg para conquistar el segmento de los turismos urbanos". Además, debía reemplazar al icónico 2 CV.

Otros de los atributos del AX fueron la optimización del espacio interior, un maletero de 273 litros, bajos costes de mantenimiento y nuevas mecánicas de gasolina TU de 4 cilindros, que "marcaron época por su fiabilidad y prestaciones", recuerda la marca.

La obsesión de los técnicos por lograr consumos mínimos convirtieron al AX en pionero en el desarrollo del vehículo eléctrico, ya que contó con versiones con batería de níquel-cadmio en 1993.

Entre 1986 y 1998 se fabricaron 2.425.138 unidades del AX, que también fue un vehículo "Made in Spain (hecho en España)", con 812.951 vehículos fabricados en Vigo, un tercio de la producción total.

En 1987, un año después de su lanzamiento comercial, llegó a los puntos de venta la versión más "racing" de este modelo: el Citroën AX Sport.

Con una mecánica de 95 CV y un peso de 720 Kg era capaz de alcanzar una velocidad punta de 186 Km/h. Fue la base de fórmulas de promoción en varios países europeos. Actualmente, sigue siendo un modelo muy solicitado en el mundo de los rallies, tanto por sus prestaciones como por su fiabilidad y robustez, indica la fuente.