La zona piloto tiene una longitud inicial de 6 kilómetros y está ubicada en el distrito de Jiading, junto a la Ciudad del Automóvil de la urbe, donde se encuentran las principales industrias del sector de la automoción.
Varios coches de dos marcas chinas, SAIC Motor y NIO, recibieron hoy las placas para poder circular por esta ruta y poner a prueba legalmente sus vehÃculos sin conductor.
"Lo de hoy parece un paso pequeño, pero es un gran logro para toda la industria", dijo a Efe Lin Li, vicesecretario general del proyecto puesto en marcha por el Gobierno de Shanghái.
Y es que, aunque en la ciudad ya existÃa desde el año 2016 un circuito cerrado para realizar estas pruebas, esta es la primera vez que los vehÃculos podrán realizarlo de un modo legal en China, en calles normales abiertas al tráfico.
Según señaló Lin, gracias a este circuito urbano se potenciará el desarrollo de la tecnologÃa de los coches autónomos desarrollados por numerosas marcas chinas e internacionales, que fabrican sus prototipos en el paÃs.
"La diferencia con el circuito cerrado es fundamental. En el circuito abierto puedes probar los coches en escenarios reales, ver cómo interactúan con vehÃculos públicos o con peatones, por lo que puedes analizar muchos datos y se consigue mucha información valiosa", apuntó.
En este sentido, Chloe Fan, responsable del proyecto, explicó a Efe que puesto que "en el futuro los vehÃculos autónomos irán por las carreteras públicas" es vital comprobar "si la tecnologÃa ha alcanzado los estándares" de seguridad.
"Si quieres tener un verdadero desarrollo tienes que enfrentarte a problemas reales, a la interacción con otros conductores, con los peatones, por lo que es esencial que se hagan los test en carreteras públicas", insistió Fan, quien recordó que en Estados Unidos y en Europa ya llevan varios años realizando pruebas de este tipo.
En China también, aunque hasta ahora de un modo alegal y no exento de polémica, como la surgida en julio pasado cuando el fundador y consejero delegado del gigante tecnológico Baidu, Robin Li, viajó en un coche autónomo hasta una convención tecnológica de su compañÃa en PekÃn.
Al publicar su viaje en redes sociales, se generó una fuerte controversia sobre la seguridad y legalidad de su desplazamiento, ya que la mayorÃa de las urbes chinas carecen de un reglamento al respecto.
El pasado mes de diciembre, las autoridades de tránsito de PekÃn autorizaron los ensayos de vehÃculos autónomos, aunque dentro de un conjunto de normas para minimizar el riesgo de accidente.
Precisamente ayer se publicaba que una empresa de tecnologÃa estadounidense, Pony.ai, habÃa realizado con éxito a comienzos de febrero viajes con coches sin conductor en autopistas urbanas con pasajeros en la ciudad china de Cantón (sur) en una ruta corta de aproximadamente 2,7 kilómetros.
De momento se ha dado licencia a dos empresas automovilÃsticas, explicó Fan, quien concretó que el número de licencias y la ruta se ampliarán próximamente.
Puesto que "la tecnologÃa no es lo suficiente mente madura", explicó, se ha elegido este distrito porque no hay mucho tráfico y hay menos peatones pero "la idea es ir paso a paso porque para el Gobierno lo más importante es la seguridad".
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