El fabricante automovilístico nipón Toyota Motor anunció hoy que venderá su participación minoritaria en Isuzu, del mismo sector, con lo que ambas empresas pondrán fin a la alianza de capital que mantenían desde 2006.

En un comunicado conjunto, ambas compañías confirmaron la disolución de esta alianza forjada en su día con el objetivo de desarrollar una nueva generación de motores diésel de dimensiones más reducidas para vehículos de pasajeros.

Toyota revenderá así a Isuzu el 5,89 por ciento de las participaciones que poseía de esta empresa, por valor de unos 80.000 millones de yenes (618 millones de euros).

Pese a que pondrán fin al citado proyecto de motores diésel, inviable debido a las cada vez más estrictas regulaciones medioambientales y ante el auge de los vehículos eléctricos, ambas empresas aspiran a seguir colaborando en otras tecnologías.

"Conforme la industria automovilística afronta cambios revolucionarios, Isuzu y Toyota planean incrementar sus esfuerzos para mejorar la competitividad en los mercados de vehículos comerciales y de pasajeros", señala la nota conjunta.

Toyota Motor hizo este anuncio poco después de presentar hoy sus resultados para el primer trimestre del ejercicio fiscal nipón, en el que cosechó un beneficio neto récord de 657.306 millones de yenes (5.077 millones de euros).