Kubica, nacido en Cracovia hace 33 años -y que en febrero de 2011 sufrió un gravÃsimo accidente en un rally, en Italia, que frenó de golpe su sobresaliente trayectoria en F1-, formará pareja en Williams el año que viene con el joven inglés George Russell -de 20-, ganador de la GP3 en 2017 y lÃder destacado de la F2, un tÃtulo que casi con total seguridad asegurará este fin de semana en Abu Dabi.
Debutante en 2006, Robert es el único polaco que ha liderado el Mundial de Fórmula Uno, en 2008, tras ganar ese año, con BMW Sauber -el equipo con el que compitió en la categorÃa reina durante sus cuatro primeras temporadas-, el Gran Premio de Canadá, en Montreal.
En 2010 pilotó para Renault, escuderÃa con la que, al acabar tercero en Spa-Francorchamps el Gran Premio de Bélgica, logró su duodécimo podio en la categorÃa reina.
Después, el 6 de febrero del año siguiente sufrió un gravÃsimo accidente en el rally Ronde di Andora, que estuvo a punto de costarle la amputación de la mano derecha.
Kubica, uno de los mejores amigos en F1 del español Fernando Alonso, que este fin de semana se despide en Abu Dabi de la categorÃa reina del automovilismo -en la que no correrá en 2019-, prosiguió su lenta recuperación hasta que el año pasado participó en los test de verano en HungrÃa.
En el Hungaroring -precisamente donde su amigo el doble campeón mundial asturiano logró la primera de sus 32 victorias-, Kubica completó un total de 142 vueltas con un Renault y se declaró apto para volver a pilotar un monoplaza de la categorÃa reina.
Tras pasar todo este año como probador de la escuderÃa que fundó Sir Frank Williams, el año que viene Kubica volverá a ser piloto oficial, lo que supone sin duda una de las mejores noticias de los últimos años en la Fórmula Uno.
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