Se trata de la fábrica de Flins-sur-Seine (en las cercanías de París), que será la primera planta de Europa dedicada a la economía circular según un nuevo modelo industrial.

La planta tiene previsto continuar produciendo el modelo eléctrico Zoe hasta 2024, y a partir de entonces será transformada en una nueva instalación que reacondicionará vehículos usados, a fin de alargar la vida útil de aquellos que puedan continuar circulando.

También procesará el reciclaje completo de los automóviles más viejos que sean retirados de la circulación, con el fin de dar valor a los productos resultantes y reducir la contaminación.

Además, la fábrica -que será denominada RE-FACTORY-, reacondicionará y reciclará baterías de vehículos eléctricos (por ejemplo, para un segundo uso para almacenar energía de uso doméstico).





Finalmente, la planta incorporará un incubador técnico y empresarial y un centro de formación universitaria.

Renault prevé que las nuevas instalaciones estén a pleno rendimiento para 2030, cuando habrá unas 3.000 personas trabajando en la fábrica, que también tendrá un balance negativo de dióxido de carbono (CO2).

"Flins se convertirá en una referencia europea en economía circular", señaló el consejero delegado de Renault, Luca de Meo.