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La victoria de Viñales en Le Mans le devuelve a lo más alto de la clasificación del campeonato con 17 puntos de ventaja sobre Dani Pedrosa, quien se benefició del error de Valentino Rossi en la última vuelta para conseguir un podio que, de otra manera, nunca habrían conseguido los representantes de Honda en Francia.

El mítico trazado de Le Mans volvió a sacar a relucir las deficiencias de la Repsol Honda frente a las Yamaha pues la caída de Márquez, aún siendo un error suyo por querer forzar para llegar hasta donde no podía, fue consecuencia directa de la impotencia de ver que no podía estar con sus rivales.

Márquez aguantó el ritmo de los representantes de Yamaha, entre los que destacó el ídolo local Johann Zarco, quien demostró que las "pinceladas" que ha dado en el comienzo del campeonato no lo han sido por casualidad y que está llamado a ser el mejor debutante de la temporada, hasta que los neumáticos comenzaron a consumirse y él tuvo que forzar el ritmo para no perder el contacto con ellos y ahí fue cuando llegó el error.

Fuera de carrera Márquez todo se suponía más fácil para los pilotos de Yamaha, pues Viñales pareció el claro dominador de la prueba, pero el veterano Valentino Rossi debió pensar que tenía en Le Mans una clara oportunidad de lograr su primera victoria de la temporada y también la primera en Le Mans desde que en 2008 se subió por última vez a lo más alto del podio.

Atacó a Zarco, al que superó con cierta facilidad, y luego esperó su oportunidad con Viñales, que también llegó.

Quizás Valentino Rossi no contempló que la juventud de Maverick Viñales le haría no arrojar la toalla en ningún momento y aunque resistió los ataques de su compañero de equipo hasta la última vuelta, el ritmo para hacerlo llegó literalmente hasta sus límites.

En un primer error que le hizo irse largo en la trazada de una curva, le superó Maverick Viñales, y el segundo, ya irrecuperable, tiró por los suelos sus aspiraciones de intentar adelantar al español y ganar en Le Mans, en la comprometida variante de entrada a la recta de meta.

Rossi sabía que tenía que forzar si quería adelantar a Viñales en ese punto, el último posible, y se quedó literalmente sin neumáticos en esas curvas y la caída fue inevitable. Quizás debió esperar una mejor oportunidad más adelante en la temporada, pero el campeón italiano sigue teniendo demasiado "hambre" de victoria y forzó al máximo, pero se cayó.

Quienes no fallaron fueron los cada vez más sólidos líderes del resto de categorías, el italiano Franco Morbidelli (Kalex) y el español Joan Mir (Honda), que cerraron con sendas victorias su participación en la carrera francesa de Le Mans.

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