Según afirmó Pang Qinghua, el presidente de Pang Da, en un foro automotriz en la ciudad china de Chengdu, las dos firmas orientales pretenden renegociar las condiciones de la compra de Saab, que necesita los 245 millones de euros acordados por el 53,9 por ciento de su matriz (352 millones de dólares) para garantizar su solvencia.
"Dado que la reestructuración (del fabricante sueco) bajo administración de un tribunal de apelación está en marcha, el acuerdo de inversión original ya no es válido", proclamó Pang, según lo cita hoy el diario oficial "Shanghai Daily".
Sus declaraciones, sin embargo, llegan un día después de que el subdirector de coordinación industrial de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo de China, Chen Jiangu, advirtiera públicamente a las empresas chinas con planes de invertir en Saab, señala hoy el diario "South China Morning Post".
"Depende de la viabilidad", señaló Chen, cuyo organismo todavía está pendiente de darles el visto bueno para la compra: "será peligroso si es un pozo sin fondo".
Saab, vendida el año pasado por General Motors a la fabricante holandesa Swedish Automobile (antigua Spyker Cars NV), está paralizada desde marzo pasado y trata de reorganizar su deuda para poder reiniciar la producción, medio año después de que sus suministradores dejaran de enviarle componentes por impagos.
Saab está además en espera de recibir otro préstamo a corto plazo por parte de la otra entidad china, el fabricante automovilístico y de autopartes Youngman Louts, por valor de 70 millones de euros (96 millones de dólares).
El acuerdo firmado en junio entre ambas firmas orientales con la matriz holandesa de Saab implicaba que Youngman Lotus se hiciera con un 29,9 por ciento de Swedish Automobile y Pang Da con un 24 por ciento, así como la formación de empresas mixtas de fabricación y venta de modelos de Saab en China.
Mientras Pang Da persigue ahora una renegociación del precio de oferta acordado, desde Amsterdam la empresa Swedish Automobile ha asegurado no estar al tanto de ninguna revisión del acuerdo y ha insistido en que el contrato sigue siendo válido, recoge el diario shanghainés.
Por su parte, el fabricante chino Geely, también de la provincia oriental de Zhejiang, pionera del sector privado en el país comunista, ha desmentido estar planeando invertir en Saab, después de que la compañía se hiciera ya el año pasado con la marca sueca Volvo.
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