
Puede parecer una obviedad decir
que todos los automóviles tienen un papel previsto que cumplir
cuando llegan al mercado, pero la realidad es que unos la cumplen
satisfactoriamente y otros no alcanzan el nivel que se les suponía
en un principio. Eso no ocurre con el nuevo i20 de Hyundai, un
vehículo sencillo, agradable, que llega en sustitución del Getz, con
un comportamiento notable y un rendimiento que le convierte en un
utilitario funcional sin complejos.
Hyundai ha conseguido de nuevo con el i20 fabricar un automóvil
adaptado a las necesidades y gustos europeos (ya lo consiguió antes
con el i30), de tal forma que han incrementado sus valores respecto
al Getz. Sus cotas son superiores en 13 centímetros de longitud, 4,5
centímetros más de anchura y un centímetro más bajo. Asimismo ha
crecido en siete centímetros en la distancia entre ejes, 5,5
centímetros más en la vía delantera y 6,3 centímetros en la vía
trasera. Estas nuevas dimensiones conllevan un aumento también del
peso,en aproximadamente un centenar de kilogramos, pero también
ofrecen un mejor comportamiento dinámico del vehículo y un aumento
en volumen del maletero, hasta 295 litros.
Estéticamente, el i20 de cinco puertas -en unas semanas llegará el
tres puertas- sigue la línea de la nueva saga "i" (i10 e i30), con
un diseño de aspecto agradable, fresco, moderno, y muy semejante al
i30. Delante, destaca la parrilla con los elementos dispuestos para
formar visualmente una uve flanqueada por unos faros rasgados y
líneas muy marcadas. En la zona trasera mantiene un estilo semejante
y destaca un gran ventanal que llena de luminosidad el habitáculo.
En el interior se ha trabajado para presentar un incremento en la
calidad de las formas, así como en el detalle para hacer mucho más
cómodo su espacio, tanto en la parte delantera como en las plazas
traseras. La altura del puesto de conducción ha mejorado y permite
mantener una visión óptima del resto del tráfico, contando además
con la posibilidad de ajustar tanto los asientos a las necesidades
del conductor, como el volante que se puede regular en altura y
profundidad.

El modelo probado corresponde al gasolina 1.4 litros de 100 CV, un
moderno motor de distribución variable y un funcionamiento
satisfactorio. Se trata de la versión más potente en el momento de
la prueba, un motor suficiente para el uso diario en cualquier tipo
de vía y condición, aún con cuatro personas a bordo.
Nos ha sorprendido gratamente la
calidad de la conducción, sobre todo por el excelente compromiso
alcanzado entre confort y comportamiento. Este tipo de vehículos
suele padecer de una configuración de suspensión excesivamente
blanda, que limita considerablemente poder disfrutar de su
conducción en zonas de curvas. En el i20 no ocurre esto, pues en
conducción "alegre" no inclina en exceso ni se muestra torpe de
reacciones. ¡Nos ha gustado, francamente!
El consumo es muy interesante, pues se situa en los 5,6 litros a los
cien kilómetros, combinando la carretera y la ciudad. El
equipamiento de serie en el modelo probado tiene todo lo
imprescindible y más, como 6 airbags, ABS, control de estabilidad,
cinturones con pretensores, Radio CD con MP3 y USB, aire
acondicionado, llantas de aleación, ordenador de a bordo, mando a
distancia, etc.Como opciones se ofrece el bluetooth, los faros
antiniebla, llantas de aleación y la pintura metalizada.
Con todo, el nuevo utilitario de
Hyundai cuenta con los ingredientes necesarios para satisfacer a la
práctica totalidad de los clientes potenciales de este tipo de
vehículos. De hecho, está resultando ser todo un éxito comercial en
estos primeros meses de vida.
|