
El Jazz es un peque�o utilitario
con
caracter�sticas muy pr�ximas a un monovolumen que Honda ha sabido
adaptar a los tiempos, pues este modelo es uno de los que posee m�s
larga existencia de su segmento en el mercado. Nacido en el 2001, y
conocido como Fiz en otros mercados, el
modelo actual es completamente nuevo, basado en dos par�metros de
gran inter�s para el consumidor, una buena relaci�n
prestaciones-precio y un consumo m�s que interesante. Urbano y
monovolumen, polivalente y muy pr�ctico, es su principal
tarjeta de presentaci�n, a la que une una evoluci�n est�tica sobre
la generaci�n anterior muy apreciable e interesante. Buscando
aumentar su funcionalidad, capacidad y comodidad para
los pasajeros, el nuevo Jazz ha crecido en 5,5 cent�metros con
respecto a su antecesor, a�adiendo gran superficie acristalada y un
maletero que alcanza los 355 litros de capacidad (incre�ble pero
cierto para su tama�o). El dise�o del Jazz
muestra una concepci�n que est� en la l�nea de
los monovolumenes, pues su carrocer�a es alta y facilita el acceso
r�pido y c�modo a su interior. El exterior es semejante a los modelos
anteriores, destacando
como novedades el tama�o de los grupos �pticos delanteros, la
mencionada gran superficie acristalada con la que gana en
luminosidad interior, y la ca�da suave trasera buscando un perfil
m�s equilibrado con el resto del veh�culo.
 El interior sorprende por
el gran espacio ofrecido, y los
detalles que tiene, algunos de ellos muchos m�s propios de veh�culos
de m�s alta gama y precio. Interesante es el espacio disponible bajo
los asientos traseros,
debido a la ubicaci�n del dep�sito de combustible en la zona
delantera, como ya lo hiciera su antecesor de forma novedosa en los
segmentos medios del mercado. La posici�n de conducci�n es elevada y
muy confortable y la
regulaci�n tanto de volante como de asientos permite que el
conductor lo pueda adaptar perfectamente a sus caracter�sticas. El
equipamiento es bastante completo con un panel central que
aloja una pantalla que informa del estado del equipo de sonido, de
la climatizaci�n y del navegador, si �ste se incorpora como una
opci�n al equipo. La visibilidad es buena frente al volante, gracias
a la posici�n
elevada del puesto y a la mencionada generosidad de la superficie
acristalada, con lo que se gana dominio sobre la calle o la
carretera, y sobre el tr�fico del entorno.
Algo que recomendamos encarecidamente es la opci�n del techo
panor�mico de cristal, puesto que aporta un toque de distinci�n
adicional y es una de las soluciones mejor resueltas de entre todos
los fabricantes. Hemos visto en otras marcas diferentes opciones de
techos de cristal, panor�micos, m�s o menos amplios, etc; pero
ninguno tan bien terminado y pr�ctico como �ste. Los parasoles, que
abarcan toda la longitud del techo, se mueven de forma totalmente
el�ctrica y se camuflan cuando el cielo es protagonista en el
interior del Jazz en apenas unos 40 cent�metros en la parte
posterior del habit�culo. Ni�os y mayores disfrutar�n de la que
podemos calificar como la mejor sensaci�n de libertad en un veh�culo
cerrado.
Ni�os y
mayores disfrutar�n de la que podemos calificar como
la mejor sensaci�n de libertad en un veh�culo
cerrado. |
|
El interior es agradable,
ya que los materiales son de buen
aspecto y tacto, con abundancia de pl�sticos duros y un acabado que
no decepciona. En el volante van situados los mandos para el
funcionamiento del
equipo de sonido, una posibilidad que adquiere cada vez m�s
importancia para evitar distracciones en la conducci�n. En el
salpicadero, en el reloj que marca las revoluciones por
minuto del motor, se ha instalado -hasta ahora s�lo lo llevaba el Accord-, un sistema con las palabras inglesas "up" y
"down" que aconsejan el mejor cambio de marcha. Con esta ayuda se
consume menos carburante, pues permite saber en
cada momento cual es el mejor rendimiento que se saca a nuestra
conducci�n en el coche. El Jazz probado, un gasolina 1.4 de
100 CV de
cambio manual, es particularmente silencioso y se muestra muy suave
a bajas revoluciones y especialmente �gil en el espectro m�s alto
del r�gimen, permitiendo una conducci�n
tranquila sin tener que forzar el r�gimen de marchas, pero estando
preparado para responder en caso de necesidad con una fuerza que
sorprende inicialmente. No se espera una respuesta tan r�pida en un
motor de estas
caracter�sticas, aunque se debe reconocer que ha ganado
cualitativamente al pasar de las 2 v�lvulas por cilindro que ten�a
el modelo anterior a las 4 del actual. Su utilizaci�n no queda
re�ida exclusivamente a
los desplazamientos urbanos, en los
que se encuentra, gracias a la suavidad de su desarrollo y a su
agilidad, como pez en el agua. Adem�s, su tama�o permite que en poco
espacio pueda maniobrar perfectamente y aparcar donde otros no
pueden. Por contra, en carreteras r�pidas y autopistas permite un
ritmo m�s que razonable, lo que queda contrastado por la velocidad
m�xima de 184 km/h y una aceleraci�n de 0 a 100 km/h en poco m�s de
11 segundos. El grado de ajuste del chasis en conjunci�n con el sistema de
suspensi�n es de gran nivel, ya que dureza y confort se unen este
caso, y tan s�lo en una carretera excesivamente bacheada el veh�culo
protesta un poco. En terrenos excesivamente virados el Jazz muestra
un buen
comportamiento donde se espera que por su altura (1,525 metros)
balancee algo, pero sin embargo se fija y no da sensaci�n de
enterarse de lo que pasa con los pesos y sus desplazamientos. Eso
s�, si se entra en las curvas a una velocidad excesiva, naturalmente
hay balanceo. El compromiso alcanzado por Honda vuelve a ser de
nuestro particular agrado, algo de lo que no pueden presumir todos
los fabricantes en sus modelos. Es un coche familiar, c�modo para las ciudades, que
admite
desplazamientos m�s largos, aunque en realidad su verdadero
posicionamiento es m�s urbanita que viajero. Viene con una buen
equipamiento de serie, como es en materia de
seguridad los airbag frontales delanteros, de cabeza traseros y
laterales delanteros. El sistema ABS de frenos, y la distribuci�n
electr�nica de frenado (EBD), el indicador de cambio de marcha
(down, up)...y todo ello por un precio final que si atendemos a la
alta calidad de realizaci�n general de que hace gala, resulta ser
tremendamente razonable.
|