
La marca coreana lo califica como un crossover urbano, una categoría que se impondrá en poco tiempo en el mercado europeo y a la que llegarán en breve nuevos competidores. Kia es así una de las primeras en poner a la venta un modelo de estas características y que tras probarlo y comprobar que es un producto realmente notable, puede darle cierta ventaja sobre competidores rezagados.
El simpático Soul sigue los pasos estilísticos de una forma de hacer que lleva años imperando en el mercado japonés en los tres segmentos de mayores ventas, derivada de las antiguas formas de las Van americanas, caracterizadas por un morro prominente, y la mezcla con la característica forma de los todoterreno. Ejemplos de esta tendencia son el Honda Element, únicamente
comercializado fuera de Japón en algunos mercados, principalmente el
norteamericano, o el Nisan Cube, que sí llegará al mercado europeo
después del verano, entre otros ejemplos de estilo cercano.
Así, el Kia Soul queda encuadrado en un segmento del mercado
variopinto, con soluciones funcionales interpretadas de formas
distintas. Los competidores más directos del Soul están por llegar, como el Skoda Yeti y otros quizás nunca lleguen a Canarias -como el Toyota Urban Cruiser-. Y llegarán más.
El Kia Soul es un coche distinto e interesante, que ha tenido una excelente acogida inicial algo que demuestran las cifras de ventas a nivel europeo, aunque la depresión del mercado puede
alterar el potencial real del nuevo modelo que podría convertirse en un nuevo "efecto Ceed".
El diseño ha sido realizado en Estados Unidos, en el centro que
la marca tiene en California (se fabrica en Corea). Las líneas son
de gran fuerza, en la parte delantera formando un morro ancho y
alto, con formas de gran fuerza visual, que fluyen hacia atrás en
línea ascendente para terminar en una trasera vertical y muy cerrada
que muestra mucha chapa y músculo.
Al coche no se le puede negar originalidad y una fuerte
personalidad en las formas. La marca ha previsto la posibilidad de
una variada personalización en concesionarios, con mezclas de
colores exteriores y pegatinas.
El volumen se reparte en 4,10 metros, que no dan mucho de si en
el último tercio del coche, porque el maletero que se nos brinda es
de 222 litros de capacidad, a los que hay sumar algunos más bajo el
suelo, donde se ha creado un cofre que puede esconder objetos
delicados que están mejor fuera del alcance de los curiosos.
El espacio para los ocupantes es confortable en la zona
delantera, con dos butacas elevadas y un buen dominio de lo que
ocurre alrededor, mientras en el banco trasero dos adultos viajan
bien, pero con poca sujeción, una mala solución para hacer
recorridos sobre carreteras viradas.
El tablero de a bordo, sin grandes concesiones al diseño estructural, como
se ha hecho con el exterior, está equilibrado y ofrece la
información al conductor de manera clara. Los plásticos duros
dominan en la realización del salpicadero, con un buen aspecto
general, favorecido por el color negro ambiental y una grafía intensa.
La unidad probada monta el fiable y bondadoso motor 1.6 litros de gasolina del grupo Hyundai-Kia, una mecánica que se situa justo en el punto de equilibrio prestaciones, consumos y coste de mantenimiento para el cliente tipo del mercado canario. Con 124 CV de potencia máxima a 6.300 rpm y un par de 156 Nm a 4.200 rpm, el Soul es capaz con esta mecánica de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 11 segundos y alcanzar una velocidad máxima de casi 180 km/h.

El motor mueve con agilidad el peso de este Soul, que puede
mantener elevados ritmos de crucero y en un ambiente sonoro
aquilatado, apenas penalizado por el ruido de rodadura producido en este caso
por el tamaño de los neumáticos.
Una de las cualidades de este propulsor, además de su demostrada
fiabilidad, es su agrado de uso incluso a bajas revoluciones lo que redunda en un agradable uso ciudadano. Por contra, no desmerece a medio y alto régimen.
El coche ha sido desarrollado sobre una nueva plataforma del
grupo Hyundai, la creada para los nuevos modelos Kia Rio e Hyundai
i20. En su construcción han sido empleados aceros de elevada
resistencia en una proporción que supera el 70%, lo que le dota de
una extraordinaria rigidez que sorprende cuando se conduce de forma
exigente.
En acción, el chasis nos muestra grandes cualidades. El bastidor
digiere sin inmutarse grandes esfuerzos, y el sistema de
amortiguación admite cualquier tipo de conducción, con reacciones algo secas debido a la generosidad de la llanta (18 pulgadas) y el bajo perfil de los
neumáticos.
El Soul descubre una nueva forma de automóvil, abiertamente desenfadado y atrevido. |
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En curva, la altura de la carrocería no juega malas pasadas pues mantiene perfectamente las oscilaciones de la misma y aporta una agradable sensación de seguridad en carreteras viradas.
Con tales credenciales es obvio que el Kia Soul prefiere las cintas de asfalto de
calidad, sobre las que se reducirá drásticamente el ruido de la
rodadura, que se eleva sobre los pisos rotos demasiado frecuentes en
la red de carreteras de Canarias.
El Soul es un pequeño urbano con capacidad sobrada para largos
desplazamientos, de atrevido diseño y notable calidad general. En condiciones mixtas de uso, el consumo se sitúa en 6,5 litros de media, lo que favorece largos desplazamientos con un consumo aquilatado y que en un uso más ciudadano no se ve excesivamente penalizado.
Kia, además de ofrecer una garantía de cinco años, ha puesto en
en marcha con este modelo un gran variedad de elección con once
colores, tres acabados interiores y un programa de personalización
que puede hacer de cada Soul casi un coche único.
Sin embargo, la variedad de motorizaciones no es muy grande, sólo
compuesta por este motor y el de diesel 1.6 de 128 caballos, sin
opciones más económicas. Seguramente el abanico de clientes potenciales podría ser más grande si existiera una variante de acceso más económica y que no le importase sacrificar algo de prestaciones a cambio de un precio de adquisición algo más económico.
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