
El estilo del vida del cliente, en
este caso activo y aventurero, es la razón de ser, al menos para el
fabricante, de este nuevo utilitario de Toyota, con un nuevo aspecto
de turismo que ya ha cosechado gran éxito en los mercados asiáticos
y que ahora empieza a ser introducido en el mercado europeo.
La forma del Urban Cruiser, llamativa para un automovilista europeo,
lleva conviviendo algún tiempo con los japoneses, que aprecian la
funcionalidad del formato, en un punto medio entre una berlina
turística familiar, un SUV ligero y un monovolumen. El formato
tampoco es del todo nuevo en el mercado europeo, pero sí con la
radicalidad de formas expresada en este Toyota y en el Kia Soul, su
semejante por concepto. El diseño
del Urban Cruiser aporta una gran personalidad a los utilitarios del
segmento B, el segundo en importancia del mercado europeo, de ahí
que la previsión de ventas de Toyota para este mercado sea de una
ambiciosa cifra de 25.000 unidades el primer año. Las formas del
Urban Cruiser, al igual que las del Kia Soul, sitúan al modelo en
uno de los nuevos nichos del segmento, creados en función de las
nuevas necesidades del comprador de mercados maduros detectadas por
los equipos de mercadotecnia, que se alejan de los conceptos
tradicionales. La estética de este
modelo está caracterizada por cuatro elementos. Primero por la
potente visual de un frente con la línea de luces alta y con un
voluminoso parachoques, después por las abultadas formas de los
pasos de ruedas y la elevada línea de cintura y, finalmente, por el
remate vertical del plano trasero. El resultado final está más
próximo al de un SUV ligero que al de un turismo utilitario y, de
hecho, Toyota ofrece una versión de tracción a las cuatro ruedas con
aspiración a ir más allá del asfalto.
La versión probada es, sin este dispositivo de tracción integral, un
"crossover" urbano, funcional, capaz de adentrarse en la maraña
urbana con facilitad, gracias a su contenido tamaño a pesar de su
aspecto -son sólo 3,9 metros de longitud- y a una elevada posición
de conducción que facilita un mejor el control visual de todo lo que
rodea al conductor. En el interior
del Toyota Urban Cruiser se respira sobriedad, con un diseño que
mezcla arquitecturas tradicionales con formas curvas y voluptuosas,
todo moldeado con materiales de buen aspecto y módulos bien
conjuntados y trabados. El color oscuro general del habitáculo crea
un ambiente extra de calidad general que se adapta muy bien a los
gustos del exigente mercado europeo. El coche es espacioso para
cuatro pasajeros, con un maletero más que aceptable, con más de 300
litros en la configuración más reducida y que serán suficientes para
la mayor parte del tiempo de uso.
La versión probada está equipada con el nuevo motor de gasolina de
1.33 litros ya estrenado por otros modelos de la marca, mostrando ya
una eficiencia y confort de uso notables. El propulsor, equipado con
la tecnología Stop & Start de parada y arranque, cuenta con el
reglaje variable e inteligente de la válvulas VVT-i Dual. Esta
motorización forma parte importante del sello Toyota Optimal Drive,
una combinación de avanzadas tecnologías diseñadas para optimizar y
equilibrar el rendimiento y el placer de conducción con el ahorro de
combustible y la reducción de emisiones.
Las tecnologías Toyota Optimal Drive relacionadas con el motor se
centran en tres aspectos: la reducción del peso y de las pérdidas
mecánicas superfluas y el incremento de la eficiencia de combustión.
El motor es ligero y compacto con un diámetro reducido y como
ejemplo de ello monta una tapa de culata y un colector de admisión
de resina. Este sistema genera una mejor respuesta a todos los
regímenes de giro del motor, modificando el reglaje de las válvulas
de admisión de aire-combustible y de escape en función de las
circunstancias de cada momento. Este funcionamiento reduce las
emisiones y potencia la eficiencia de combustible, además de mejorar
el par a velocidades de giro del motor bajas a medias.

En la reducción de emisiones tiene un papel relevante el sistema
Stop & Start, que apaga automáticamente el motor cuando el vehículo
se detiene, operación que en conducción urbana puede reducir el
consumo y las emisiones de CO2 hasta en un 4%. De todos los probados
hasta ahora, el sistema de Toyota es excepcionalmente silencioso en
la parada e igualmente en el arranque, que hace de forma muy
rápidaPero el sistema tiene sus excepciones, porque el motor no se
parará si no se ha alcanzado la temperatura deseada en el habitáculo
o si la batería tiene poca carga.
La caja de cambios es manual de seis velocidades y también forma
parte de programa Toyota Optimal Drive, al tiempo que la dirección,
de asistencia variable eléctrica, que facilita la conducción y
maniobras urbanas. El sistema de dirección eléctrica del Urban
Cruise sólo recurre a la energía eléctrica cuando se precisa
asistencia a la dirección y ello logra mayor ahorro de carburante
que las direcciones hidráulicos convencionales. Al no utilizar
fluido hidráulico no se no genera aceite residual y ello es un
sistema más limpio. La conducción
del Urban Cruiser exige unos momentos de adaptación para tomar las
medidas del coche, ya que una posición elevada, con mucha chapa a la
vista nos provoca la sensación de ir en un coche más grande. Una vez
tomada la medida del pequeño Urban Cuiser, el manejo del coche es
fácil, como corresponde a un vehículo que no llega a los cuatro
metros. Si bien la caja de cambios es de suave manejo y las seis
relaciones están bien escalonadas, con una sexta para ahorrar, la
combinación más racional para el medio en el que se desenvuelve el
Urban Cruiser es con una transmisión automática.
El Urban Cruiser con esta motorización es suave y silencioso. El
confort de utilización se corresponde con coches de segmentos
superiores, en tanto que la ergonomía interior equivale a la de un
Suv también de segmentos superiores. Si la utilización urbana es
agradable, la de carretera igualmente, siempre y cuando no se rebase
el mejor rango de utilización del motor, para evitar los bramidos
característicos de los altos regímenes. A velocidades legales es
ultra silencioso. El esquema de suspensión, con arquitectura
McPherson delante y eje torsional detrás, en combinación con una
estructura rígida del bastidor, general una eficiencia dinámica que
sorprende. El coche aguanta los apoyos en todo tipo de curvas, de
igual manera que los cambios de apoyo continuados, que difícilmente
llegan a saturar la suspensión. La tendencia del coche es
subviradora (delantera), pero no es muy acusada y en general se
muestra muy neutro de reacciones. El coche es ágil y el tacto de la
suspensión es más duro que blando, en un punto en el que no se
pierde confort de marcha ni acústico.
En materia de equipamiento el Urban Cruiser sale muy bien parado,
pues a los elementos esperables en un modelo actual se suman
innumerables soluciones a nivel de seguridad que le colocan como uno
de los modelos de su segmento más seguros.
El coche no es barato, pero es competitivo frente a sus equivalente
más directos del mercado. Es una interesante opción de compra si se
quiere algo distinto.
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