Durante el acto de entrega de las ayudas por parte del cabildo de Tenerife y la FIASCT a los pilotos que hayan participado en pruebas de carácter nacional pudimos mantener una interesante conversación con el consejero de deportes de la corporación tinerfeña, Dámaso Arteaga en la que éste nos indicaba que si todo marcha como debe, en el mes de noviembre debería estarse sacando a concurso el proyecto del circuito de Tenerife.

Las cifras que ahora mismo se manejan tras adquirirse ya los terrenos necesarios para la construcción en un 99% (falta una pequeña porción que se adquirirá en un par de meses), son de unos 18 m€ para la construcción del proyecto, 500.000 euros la compra de los terrenos sobre los que se construirán las carreteras de acceso y 4 m€ para la construcción de las mismas. Es obvio que la mayor preocupación reside ahora mismo en conseguir adjudicar la obra mayor, los 18 m€, para lo que el consejero asegura que podría haber cuatro o cinco interesados.

A Dámaso no le temblaba la voz al hablarnos de fechas tan cercanas y concretas, aunque si les soy franco he de decir que al salir del edificio del Cabildo me froté varias veces los ojos, repitiéndome que no podía ser verdad. Sin embargo, nunca antes se había dado una fecha tan próxima en el tiempo y que, por mucha luz verde que haya, tendremos que rezar a la virgen para que aparezca quien esté dispuesto a invertir una buena cantidad de euros a amortizar en un plazo de 40 años.

Un sueño de todos los canarios.

Los principales datos de interés del circuito son que constará de una longitud de 3.955 metros, de los que la recta principal absorberá 805m. En ella los monoplazas de Fórmula Uno podrán alcanzar los 310 km/h, según estimaciones. El sentido de circulación es el contrario a las agujas del reloj, con nueve curvas de izquierdas y cinco a derechas. Las múltiples conexiones de pista permitirán trazados alternativos de nueve variantes, con seis combinaciones de doble pista y una triple –ideal para simultanear eventos-.