Así nace, entre otros, el Renault Captur, una consecuencia del segundo pétalo de la margarita de diseño ideada por Laurens van den Acker, responsable de diseño industrial del grupo francés.

Captur es un eco del "concept car" con el que guarda un parentesco, compartiendo algunos de sus detalles y estilo expresivo, especialmente en la parte frontal y alrededor del gran rombo vertical distintivo de la nueva imagen de marca del fabricantes francés.

El Captur está plagado de curvas que muestran movimiento y ligereza, con una línea de cintura poco marcada, aunque evidente, con una silueta reforzada por una hendidura lateral que cruza la carrocería desde la aleta delantera para terminar sobre la aleta trasera.

Ruedas de generoso tamaño, sobre llantas de 16 pulgadas y, opcionalmente, sobre 17, realzan esta perspectiva, también marcada por la línea de techo y el distinto color de esta parte de la carrocería.

Con el Captur existe una amplia oferta de posibilidades de personalización, que permite a los diferentes tipos de clientela (Renault se propone la incorporación a la marca de nuevos clientes) adaptar la imagen exterior e interior de coche a los gustos personales.

En el interior se observan rasgos de carácter en el salpicadero, similar al estrenado en el nuevo Clio, con espacios limpios y marcados por la pantalla de información central, táctil, que controla el sistema multimedia integrado R-Link de la marca.

Las bolsas ubicadas detrás de los asientos delanteros están formadas por una redecilla de goma elástica de color naranja que evoca los deportes de vela y de montaña y recuerdan a los asientos y guarnecidos del maletero del "concept car".

La tradicional guantera ha sido sustituida en el Captur por un cajón deslizante de 11 litros de capacidad y la tapicería es desmontable, lo que permite una fácil limpieza o sustitución. El sistema, a base de cremalleras, es ingenioso y puede marcar una tendencia en el mercado.

Lo que convierte al Captur en un coche funcional y consecuentemente coloca a este modelo entre los coches más interesantes de entre las opciones de compra entre las posibilidades de los segmentos B y C, los mayoritarios en el mercado europeo.

El maletero, que aumenta o reduce el espacio con el deslizamiento de la banqueta trasera o la variación del suelo de carga, se mueve entre los 377 y 455 litros de capacidad.

En el habitáculo, además, hay espacio confortable para cuatro pasajeros adultos, aunque pueden viajar cinco, pero mejor no hacerlos en grandes recorridos para evitar sufrimiento al central, como en la gran mayoría de los coches actuales del mercado.

Con estos argumentos, el Captur queda configurado como un crossover compacto que aúna las cualidades de espacio y modularidad de un monovolumen o mejor, la conducción de una berlina, a pesar de la discreta elevación de la carrocería y el estilo y versatilidad de un SUV.

El Captur protagonista de esta prueba es el que puede catalogarse como el más refinado desde el punto de vista motriz, porque monta el esperado motor 1.2 de gasolina, de comportamiento muy similar a los diesel, pero con el refinamiento del ciclo Otto, y asociado a la transmisión de doble embrague EDC.

Esta combinación convierte al Captur en uno de las opciones más interesantes y sofisticadas del segmento, además de la compra más interesante, aunque comporte un sobreprecio significativo.

El Renault Captur está desarrollado sobre la plataforma B utilizada por una veintena de vehículos de la Alianza Renault Nissan.

Y en este caso, además, aprovecha la cadena cinemática del nuevo Clio y se beneficia, también, de vías más anchas y de una batalla más larga.

Renault asegura, por otra parte, que como todos los modelos recientes de Renault, el Captur ha sido sometido, en durabilidad, al test EDAU (Essai de Durabilité d`Aspect y d`Usage -prueba de duración del aspecto y del uso) implantado en 2010.

Esta prueba, que complementa las pruebas kilométricas, hace que el coche envejezca prematuramente para corregir las imperfecciones de una generación a otra y preparar las futuras generaciones del gama, ya que en ocho semanas se simulan así tres años de utilización por parte de los clientes.

El resultado final, con todo -diseño, ergonomía, funcionalidad, trenes rodantes y conjunto motor-transmisión- deja poco lugar a las reticencias, salvo las que impongan las necesidades del automovilista o el diseño.

El tacto a bordo del Captur sorprende ya a primera vista. Los acabados son buenos y el aspecto de los materiales del tablero y guarnecidos también es elevado, a pesar de que se trata de plásticos de tacto duro.

La posición de conducción es buena, aunque característica de la marca, con la banqueta algo corta y el respaldo insuficiente para cubrir a una persona de estatura. En la parte posterior hay más espacio del esperado para las piernas de los pasajeros adultos.

La puesta en marcha descubre un motor silencioso y una transmisión de doble embrague ajustada al motor que ahorra mucho trabajo al conductor, aunque puede ser utilizada de modo manual, una posibilidad que será abandonada por el conductor a medida que utilice el automatismo del cambio.

Esta transmisión va a ser siempre más rápida que el conductor en la gestión de la potencia disponible, que está disponible de forma parecida a como lo hacen los motores diesel. Es decir, el par motor está disponible a muy bajo régimen de funcionamiento y ello garantiza reacciones rápidas y enérgicas a la demanda de aceleración.

Una de las grandes cualidades del Captur es el comportamiento rutero. Estabilidad y confort son sensaciones recibidas con claridad, aunque en un principio parece que la amortiguación tiene un ajuste excesivamente blando. Habrá que comprobar cómo evoluciona con el uso para conocer su grado de ablandamiento.

No obstante, el chasis del Captur ha recibido una puesta a punto especial de las suspensiones para llegar a la combinación de confort y dinamismo con una progresividad que es nítida para los sentidos del conductor y que es la que, probablemente, induce a pensar que la suspensión es blanda.

En la conducción del Captur tiene una gran influencia el repertorio de electrónica de asistencia, como el consabido ABS, el sistema de ayuda al frenado de emergencia SAFE y el de antipatinamiento ESC de última generación (7 captadores y sistema antivuelco), que forman parte del equipamiento de serie.

Interesante es el sistema antivuelco, denominado Roll Movement Intervention, que actúa para corregir las situaciones en las que el ángulo de balanceo de la carrocería llega a ser excesivo, es decir, en trances extremos de la conducción.

En la prueba dinámica se trató de excitar el funcionamiento del sistema y realmente contiene el balanceo peligrosos del coche.

Es complementaria a las ayudas el dispositivo de arranque en cuesta (Hill Start Assist), que evita que el coche retroceda al soltar el pedal del freno e inmoviliza temporalmente el coche. Es una buena ayuda en ciudad.

En curva, es donde la electrónica ofrece mejores rendimientos dinámicos. Los sistemas electrónicos juegan su papel y se obtienen sensaciones muy parecidas a las de conducción del Clio, uno de los utilitarios de dinámica más eficiente del mercado.

La conducción del Captur está dominada por esa sensación de flotación de la suspensión, aún en curva aunque con balanceos controlados, y por el confort de uso de un motor de gasolina potente y progresivo que es eficiente en consumo.

El motor pertenece a la nueva generación de propulsores que reciben una reducción de formas y de cubicaje y que incorporan la tecnología que hizo de los motores diesel propulsores refinados y de uso mayoritario, pero sin llegar al refinamiento acústico del ciclo Otto.

Sorprende de este motor las cifras de consumo, muy similares a las de un diesel. El rendimiento energético puede ser mejorado con funciones sencillas, no intrusivas que informan y ayudan al conductor a rebajar el consumo, como son el indicador de cambio de velocidad; el indicador de estilo de conducción, relacionado con el sistema R-Link. que tiene en cuenta la velocidad, la gestión de las desaceleraciones y de los cambios de marcha.

El conductor puede selecciona en un botón al lado de la palanca de cambio el modo ECO, que permite ahorrar hasta un 10% de consumo, dependiendo de las condiciones de circulación, del estilo de conducción y del automovilista.

El modo ECO limita el par motor, modifica las leyes de paso de las velocidades en la caja EDC (paso a regímenes más bajos), y hace un control de la climatización y de la calefacción automática.

Merece una especial atención el sistema Renault R-Link, que establece el vínculo entre el automóvil y el mundo digital introduciendo en el Captur todos los servicios con los que un automovilista puede desear, con unas cincuenta aplicaciones disponibles para el usuario.

Renault ha sacado su mejor artillería marquetiniana con este coche. Ha insistido en el cien por cien "made in Spain", porque está fabricando en exclusiva mundial en la factoría de Valladolid.

El argumento patrio está dando resultado porque está calando entre los automovilistas, que identifican el modelo con el mensaje lanzado por la filial española del fabricante francés, además de materializarse en ventas, porque ya está siendo visible en las ciudades y carreteras, a pesar de que las versiones más interesantes exhiben un precio demasiado elevado.