Hablamos del Nissan Note, una arquitectura monovolumen en su primera generación, de la que el fabricante trata de retirarse en esta segunda entrega para restarle "fealdad" y ampliar el rango de la clientela, aunque en términos de funcionalidad mantiene las ventajas de un monoespacio.

Los equipos de ingeniería y diseño de Nissan ha trabajado a fondo para tratar de salvar este modelo de la indiferencia de un mercado ya complicado antes de la crisis y ahora aún más complejo tras un esfuerzo de las marcas por ir ganado clientes con automóviles que se apartan de la berlina tradicional y conceptos como el monovolumen, a no ser que las necesidades de practicidad se impongan por encima de cualquiera otras en la decisión de compra.

El monovolumen ha ido perdiendo posiciones en el mercado como consecuencia de un desarrollo inusitado del concepto SUV o crossover, que ha ido aportando al comprador funcionalidades similares con un atractivo y presencia sobre el asfalto que el comprador valora mejor.

De hecho, el crossover, como vehículo inicial concebido para ofrecer posibilidades de conducción fuera del asfalto con la tracción integral, es más apreciado por el automovilista europeo con tracción a dos ruedas que a las cuatro, acercándose así al terreno que ocupa un monovolumen.

Con algunos cambios en las cotas, Nissan ha llevado al Note a una posición en el mercado que entra en competencia con los utilitarios del segmento B y los compactos del C, aunque va a ser el cliente el que determine si esta es su posición o sigue considerándolo como un monoespacio.

El nuevo Note ha bajado la altura de la carrocería y ha ganado en longitud y distancia entre ejes, una cota ésta que ha permitido a los diseñadores materializar un incremento en la separación entre asientos en la zona trasera, que aún mejora con la apertura en 90 grados de las puertas de acceso a la zona trasera.

La mayor longitud del coche también ha permitido una mejora del espacio de carga del maletero.

Nissan ha tratado de mejorar la posición en el mercado de esta nueva entrega del Note con una hormonación de tecnologías que son propias de coches superiores y que son una primicia en este segmento, caso del Escudo de Protección Inteligente, que engloba tres sistemas de seguridad que se combinan para proteger y asiste al al conductor, o la Cámara de Visión 360 grados, que crea una vista cenital del coche y su entorno en las maniobras de aparcamiento.

Con estos sistemas combinados, es posible conducir el coche, a baja velocidad, sin visibilidad alguna del exterior del coche. Esta fue una de las pruebas que superaron los periodistas en la presentación internacional del coche.

En diseño, el Note europeo exhibe algunas diferencias con el resto de los comercializados por Nissan en otras áreas. La principal diferencia se concentra en el frontal y en los espejos retrovisores, exclusivos para este europeo, con luces de intermitencia incorporadas.

El nuevo Note ha sido sometido a un proceso de limpieza de líneas de silueta que han mejorado la aerodinámica de un coche que ha sido desarrollado sobre la plataforma V de Nissan.

Larga batalla, voladizos cortos y pronunciada línea "squash" (recibe este nombre por estar inspirado el estilo en el vuelo de una pelota en la pista), configuran un aspecto más ágil que el de la primera generación.

Es característica en el nuevo Note la diagonal del pilar C y la línea de carácter que desde la zona de los luminosos traseros baja hacia la rueda delantera, dando relieve a la silueta. Otra línea inferior que termina ascendente en la parte delantera, realza los pasos de rueda.

La arquitectura interior también ha experimentado una gran evolución. La información y los sistema se ubican en un tablero de a bordo muy vertical, que concentra la información y los dispositivos frente al conductor y en la consola central.

La información es muy completa y de fácil lectura, mientras en la zona central la climatización en forma esférica, en la zona baja del tablero, mientras en la superior se aloja la pantalla de 5,8 pulgadas que controla los sistemas de información y entretenimiento y la información sobre el Escudo de Protección Inteligente y la Cámara de 360 grados.

El interior está ideado para la vida a bordo y para la utilización diaria, esa que nos acompaña llena de pequeños objetos que siempre es difícil ubicar en los coches y en algunos llega hasta la imposibilidad.

El Note, rendido a la funcionalidad, ofrece numerosas ubicaciones para los útiles de la vida diaria y al alcance de la mano de cualquier de los pasajeros. Por cierto los de la parte trasera gozan de un generosos espacio para las piernas que, realmente, es difícil de encontrar en modelos de tamaño superior y porte.

Una de las variaciones interiores del nuevo Note es la posición de conducción, algo más baja que en el predecesor, con la que el fabricante trata de menguar la sensación de conducir un monovolumen.

Desde el puesto de conducción la visibilidad es muy amplia y una generosas superficie acristalada crea un ambiente interior muy luminoso.

Una mención muy especial ha de ser, en materia de tecnología embarcada, para el sistema de Escudo de Protección Inteligente, de forma genérica opcional y de serie en las versiones altas de la gama, en concreto las que llevan el apellido Premium.

El Escudo nom es otra cosas que la integración de tres sistemas, el de control del ángulo muerto, el de alerta de cambio de carril involuntario y el detector del movimiento de personas u objetos en las inmediaciones del coche.

Este último está relacionado con la cámara de visión de 360 grados, que crea una imagen de los alrededores del coche para un mayor control en las maniobras.

Una de las novedades del Note, además, está relacionada con esta cámara, que dispone de un sistema de autolimpiado que se activa en cuanto el procesador de imagen detecta que la lente no compone buenas imágenes por efecto de la suciedad.

La versión que protagoniza esta prueba dinámica también es novedosa desde el punto de vista motriz, ya que motorizada con el nuevo tres cilindros de gasolina turboalimentado y baja cilindrada (1.2 litros), con una arquitectura de tres cilindros.

Es la expresión de la filosofía "downsizing" que está llevando a la utilización de motores mucho más pequeños, con rendimientos equivalente a propulsores de más cilindros y capacidad cúbica.

Suavidad. Esta es la palabra que mejor define el comportamiento de este tres cilindros, que también exhibe una muy baja sonoridad y casi ausencia de las vibraciones que caracterizan a los tres cilindros, al menos a los conocidos hasta ahora.

Con los resultados en la manos y las buenas sensaciones de conducción obtenidas en todo tipo de recorridos, es la mejor opción de compra si frente a ella se considera el diesel 1.5 dCi compartido en la alianza con Renault, aunque con ajustes de Nissan.

Si la utilización es eminentemente urbanas, el sentido común y la comparación de parámetros impondrá la gasolina como la opción más equilibrada y, consecuentemente, inteligente.

En conducción no hay dudas, la finura de la gasolina está muy por encima de la ofrecida por un diesel, aunque se trate de uno de avanzada generación, y si la atención se concentra en el bolsillo, este tres cilindros de gasolina rinde consumos muy similares al diesel, por lo que no compensa el sobreprecio de compra de la versión de gasóleo.

El tacto de este motor, prescindiendo de la acústica, puede pasar por el de un cuatro cilindros. El tres cilindros es suave y progresivo. El compresor se encarga de proporcionarle el carácter que está ausente en la versión atmosférica, con casi 20 caballos menos.

Los de tres cilindros son motores que hasta ahora han tenido poco predicamento como consecuencia de los acusados problemas de equilibrado, resueltos hoy con variadas soluciones de ingeniería.

En este caso se han incorporado unos contrapesos en la polea del cigüeñal que eliminan la vibración vertical originada por la carrera del pistón. Con esta solución, este motor presente el mismo nivel de refinamiento que un cuatro cilindros.

Este motor también aporta otras novedades técnicas como el compresor del aire de alimentación o un sistema de embrague electrónico que puede desconectarse del motor cuando se conduce a baja velocidad, mejorando el consumo y eliminando cualquier fricción innecesaria dentro del motor.

Para reducir al máximo las pérdidas de potencia durante la fase de funcionamiento, el motor trabaja según el ciclo Miller, consistente en mantener abierta durante más tiempo la válvula de admisión, lo que junto a la elevada relación de compresión del motor conlleva a una mayor eficiencia en la fase de compresión.

La agilidad de este motor de gasolina, con las apreciadas cualidades de recuperación de un diesel, hace una perfecta combinación con la puesta a punto europea del bastidor.

De la misma forma que algunas parcelas del diseño han sido retocadas para una mejor adaptación a las preferencias del comprador europeo, el bastidor ha sido ajustado para adaptarlo al tacto firme al que está acostumbrado el conductor del Continente, en oposición a la suavidad que es preferida, por ejemplo, por la clientela asiática.

El ajuste firme de la suspensión tiene evidentes ventajas en el negociado de los giros. El Note admite bien una conducción exigente en curvas, sin grandes inclinaciones de la carrocería, aunque se producen.

La dirección, de asistencia eléctrica, ofrece grandes ventajas en la utilización urbana del Note, pero en carretera puede despistar al conductor, porque no copia exactamente la posición de giro de las ruedas. Estas es una característica en los coches de la alianza Renault-Nissan que no termina de subsanarse.

En línea recta, la poca corpulencia del Note impide una rodadura más consistente desde la perspectiva acústica y de las vibraciones, que pasan con relativa facilidad al interior. Los frenos, suficientes.

En líneas generales, el Nissan Note es un coche de los de conducción fácil, confortable, que invita a una utilización relajada y con predominio de la funcionalidad, aunque este es un atributo menguado por una tarifa de compra, a pesar del equipamiento, que, en líneas generales se sitúa en una posición poco ventajosa frente a una competencia muy variada y quizá mejor ajustada de precio.