Hidalgo, en una entrevista publicada hoy en la web de "Le Monde", explicó que está negociando con el Gobierno -que tiene competencias en el tráfico- para que las únicas excepciones a esas prohibiciones sean el periférico (las rondas que circundan la ciudad) y los dos bosques que hay en el extremo este y en el oeste.
Lo justificó aludiendo a que ya hay "cerca de 200 ciudades europeas" con este tipo de restricciones para crear zonas de "baja emisión" contaminante.
"Estamos determinados a actuar rápido porque la lucha contra la contaminación de partÃculas finas vinculada esencialmente" a los motores diesel "es un gran reto sanitario".
Por eso, defendió también su voluntad de impedir que en el horizonte de 2020 pueda circular en ParÃs cualquier vehÃculo diesel, incluso los de tecnologÃa más moderna.
Su argumento es que incluso "las partÃculas muy finas -y las más peligrosas para la salud- no son captadas por los filtros más potentes".
Por ahora no hay ninguna precisión sobre cuál será el criterio que determinará cuáles son los autocares y camiones más contaminantes afectados por la prohibición desde el mes de julio.
La alcaldesa socialista, que advirtió de que no negociará "lo esencial, la salud de los parisinos", indicó que "el futuro de nuestras ciudades pasa por cambios radicales".
En cualquier caso, recordó que su administración y la del Estado ya ofrecen ayudas a los profesionales para equiparse con vehÃculos limpios por hasta el 50 % de su valor, y que va a trabajar con los bancos para que propongan créditos a un tipo preferencial para financiar el otro 50 %.
Hidalgo hizo notar que el comportamiento de los parisinos ha cambiado, en la medida en que si en 2001 un 60 % tenÃan un vehÃculo personal, ahora ese porcentaje ha caÃdo al 40 %.
También hizo hincapié en las ayudas financieras para la compra de vehÃculos no contaminantes, los abonos para el transporte público o para el sistema de alquiler de coches eléctricos, asà como el desarrollo de los puntos de carga de los vehÃculos eléctricos, que además tienen el aparcamiento gratuito.
Y preguntada sobre si sus propuestas no constituyen una guerra a los automovilistas, replicó que "se ha superado ese tipo de polémica. La cuestión ya no es por qué hay que actuar, sino a qué ritmo".
"No se trata de impedir circular, sino de permitir circular sin contaminar", señaló antes de recordar que hay que mostrar ejemplo teniendo en cuenta que ParÃs acogerá en diciembre la cumbre sobre el cambio climático que organiza Francia.
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