Asà lo ha explicado hoy la presidenta de la patronal de las aseguradoras españolas, Unespa, Pilar González de Frutos, durante la presentación de la Memoria social del Seguro correspondiente a 2014, en una rueda de prensa previa a la celebración de la Asamblea anual de la asociación.
En esta asamblea, De Frutos será, previsiblemente, reelegida como presidenta de Unespa para otros cuatro años, en el que será su cuarto mandato.
De esos 49.600 millones de euros que han pagado las aseguradoras, 41.000 millones se entregaron a las vÃctimas de los accidentes de tráfico y los otros 8.600 millones son los pagos realizados a los servicios sanitarios públicos de las comunidades autónomas y privados.
El principal colectivo de vÃctimas, explicó la presidenta de Unespa, lo componen las personas que han sufrido secuelas permanentes tras un siniestro, que concentran el 36,6 % de los casos y suman 3,4 millones, la mayor parte de las cuales fueron de poca gravedad.
De esas vÃctimas, unas 6.500 sufrieron secuelas de gravedad extrema en estos 20 años.
A continuación, las vÃctimas que no tuvieron secuelas, pero tuvieron que coger un tiempo de baja hasta que se recuperaron sumaron el 32,3 % del total.
Por su parte, el 29 % de las vÃctimas sólo requirieron asistencia sanitaria, pero no tuvieron que interrumpir su actividad profesional, en tanto que el 2 % restante corresponde a aquellas personas que perdieron a un familiar en un accidente de tráfico.
De los cerca de 200.000 indemnizados por este último motivo, unos 110.000 eran hijos o hijas del difunto o difunta y de ellos, 23.000 eran menores de edad en el momento del siniestro.
Otras 64.415 personas recibieron indemnización por ser progenitores de la persona malograda en el accidente, en tanto que otros 29.333 eran cónyuges; otros 20.613 eran hermanos y otros 991, abuelos.
La Memoria también destaca que la mitad de las personas que quedaron con secuelas tras un accidente tenÃan entre 18 y 35 años, es decir, 1,7 millones de los 3,4 millones antes mencionados.
En cuanto a los heridos o lesionados graves en los citados accidentes, el 46 % viajaba en turismos; otros 30 % eran peatones y un 20 % empleaban otros vehÃculos como furgonetas, camiones o autobuses, mientras que el 4 % del total viajaban en moto, scooter o ciclomotor.
Según la Memoria, las regiones de España que registraron más vÃctimas de tráfico con secuelas fueron de nuevo AndalucÃa y Cataluña, con el 19,9 % y el 18 % del total, respectivamente, cifras en las que influye que son zonas cuya población aumenta mucho en periodos de vacaciones.
En el extremo opuesto se encontraban la Comunidad de Madrid y el PaÃs Vasco, con los menores Ãndices de siniestralidad grave en relación con su población, el 6,22 % y el 3,34 %.
El primer sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de tráfico, nombre oficial del baremo, nació en 1995 como el instrumento para valorar las consecuencias para las vÃctimas de un siniestro de tráfico.
Con esta herramienta, las aseguradoras han desembolsado desde entonces unos 6 millones de euros al dÃa para este fin
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