Este proyecto le permitirá recopilar grandes cantidades de datos que le permitirán desarrollar con más precisión la conducción autónoma en conducción real.

Drive Me London empezará con un número limitado -no se precisa- de vehículos semi-autónomos, que en 2018 llegarán a las 100 unidades, lo que convertirá a esta prueba en la más amplia y extensiva en las calles del Reino Unido de conducción autónoma.

Volvo quiere hacer lo mismo en China este año y está en negociaciones con diferentes ciudades para poner en práctica esta experiencia.

Según Volvo, la introducción de coches con tecnología de conducción autónoma revolucionará las carreteras británicas en cuatro áreas: seguridad, congestión, polución y ahorro de tiempo.

Al respecto, la marca sueca destaca que las investigaciones que se están realizando por diferentes marcas han revelado que la conducción autónoma tiene potencial para reducir el número de accidentes de tráfico en un 30%.

El 90% de los choques son causados por un error del conductor o una distracción, lo que se conseguirá reducir notablemente con la tecnología autónoma