Diana, a pesar de ser una experimentada conductora que utiliza un pesado camión con remolque para transportar hasta seis caballos a las competiciones europeas, ha descubierto con Suzuki la conducción segura y las técnicas de la conducción deportiva, que han despertado en la amazona una nueva forma de conducir.

La joven amazona madrileña empieza la serie con el Suzuki Swift, el modelo que sirve de base a la copa monomarca que está formando en el Nacional de Rallys de Asfalto, los nuevos pilotos que están accediendo en temporadas posteriores a los coches de competición del más alto nivel.

Diana Marsá ha descubierto en el Circuito del Jarama las cualidades del Swift, que han sorprendido a la saltadora, y las técnica de conducción deportiva aplicadas a lograr una conducción más segura en el tráfico urbano y en carreteras abiertas.

Marsá cuenta en un video cómo ha descubierto a los mandos del Swift que la conducción de un coche, como la de un caballo, esconde una técnica que marca la diferencia entre el control y el riesgo de accidente.



Para Diana Marsá, la conducción deportiva puede ser muy divertida, pero es consciente de que necesita del dominio de una técnica que le recuerda a las sensaciones de montar un caballo de competición.

Diana Marsá Lafarge (1989) ha sido seleccionada por la filial española de Suzuki para seguir un programa de preparación cuyo objetivo es lograr que forme parte del equipo española en los Juegos de Tokyo 2020.

La madrileña ha sido elegida por ser una deportista que no ha sido Campeona del Mundo o de Europa Absoluto y, sin embargo, poseer ya un palmarés deportivo que incluye la Medalla de Oro en el Campeonato de España de Juveniles por Equipos y de Plata Individual, Campeona de Mundo Universitaria y haber ganado más de 100 concursos internacionales.

Diana Marsá se ha marcado para este año 2017 un calendario de competición nutrido de pruebas de la categoría CSI (Competición de Salto Internacional), donde se encuentran las pruebas valederas para el ranking (altura de los saltos a partir de 1,45 metros) que le pondrán en la senda de su selección para la participación en los Juegos de Tokyo.

La previsión del equipo de la amazona es emprender en 2018 la participación en competiciones fuera de Europa, lo que supondrá el despegue definitivo de la joven atleta para situarse en el ránking del que saldrá la selección de los integrantes del equipo olímpico español en saltos de hípica. El programa de preparación de Diana Marsá es de cadencia progresiva durante los próximos tres años, para estar al nivel necesario para ser seleccionada para representar a España en Tokio.

El proceso de selección es complejo, ya que, además de contar con resultados en la competición internacional, los caballos de la amazona deberán ser capaces de superar la altura de 1,60 metros, una cota imprescindible para esta competición. La altura será alcanzada progresivamente durante estos tres años, en los que la amazona madrileña tiene prevista la incorporación a su cuadra de nuevos caballos capaces de las alturas requeridas para la competición olímpica.