La empresa afirmó hoy en un comunicado que las 137.000 personas que trabajan en EE.UU. para esa compañÃa y para los concesionarios de las marcas Toyota y Lexus "no son una amenaza a la seguridad nacional".
"Somos un ejemplo de la fortaleza manufacturera de Estados Unidos. Un arancel del 25 % a las importaciones de automóviles, que en realidad es un impuesto a los consumidores, aumentará el coste de cada vehÃculo vendido en el paÃs", añadió el grupo japonés.
Toyota advirtió que si el Gobierno de Trump impone aranceles del 25 %, tal y como ha sugerido, el modelo Camry, que se produce en Kentucky, aumentará su precio en 1.800 dólares.
"Creemos que el único resultado posible de esta investigación es rechazar la noción de que las importaciones de automóviles amenazan a la seguridad nacional", terminó señalando la compañÃa.
El pasado 23 de mayo, Trump solicitó al Departamento de Comercio que investigase si las importaciones de vehÃculos y componentes son una amenaza a la seguridad nacional.
Trump dijo que si la investigación certifica su suposición, impondrá unos aranceles del 25 %.
La investigación está previsto que concluya a finales de julio o agosto.
En el marco de esa investigación, el Departamento de Comercio ha dado hasta el 29 de junio para recibir comentarios sobre los aranceles propuestos.
Toyota señaló que piensa presentar sus comentarios antes de que acabe el plazo.
También hoy, el grupo que representa a algunos de los fabricantes de vehÃculos extranjeros en Estados Unidos, Global Automakers (GA), rechazó la propuesta de Washington de imponer aranceles y dijo que perjudicarán a los trabajadores estadounidenses.
Según la asociación, si EE.UU. impone finalmente los aranceles anunciados, el precio de los vehÃculos importados aumentará una media de 5.800 dólares, lo que costarÃa a los consumidores 45.000 millones de dólares.
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