A estas alturas nadie pone en duda la calidad como piloto del protegido de Copi Sport, equipo donde ha logrado sus mejores hitos y camino de convertirse en el piloto más laureado de la historia por sus éxitos en las islas. Enrique logró su primer máximo título en 2014 y desde entonces no se ha bajado del número 1. Este 2018 sus participaciones también se cuentan por victorias, siempre que la mecánica le ha respetado. Y no solo vence, sino que lo hace con una aparente facilidad que debe desconcertar a sus rivales.

En los pasados Rally Islas Canarias y Rallye Villa de Adeje, Cruz se batió el cobre con los `auténticos` coches de rallyes R5, compartiendo los mejores cronos con ellos y demostrando que un `arcaico` GTR también puede ser competitivo. Este viernes y sábado, el único R5 presente y en manos de Adrián García quedó a más de 1`44", una diferencia abismal y casi abrumadora. Cabe pensar incluso que, si Enrique corrió con este margen, ¿hasta dónde podría llegar en caso de necesidad?

Un inoportuno -pero casi que agradecido- pinchazo en el control horario de entrada al último tramo del rallye casi les priva de una merecida victoria, pero afortunadamente para ellos pudieron cambiarlo sin entrar en penalización (agradecido pinchazo por aquello más vale fuera que dentro).

Enrique no deja de quejarse de la ridícula situación reglamentaria que le impide tener unos neumáticos adecuados para su Porsche: "Me encanta correr en La Palma. Los tramos son preciosos y la afición se vuelca con los participantes. El calor de hoy nos ha puesto a todos a prueba, incluso a las mecánicas y los neumáticos."

Se comentaba entre los bastidores del Rallye La Palma Isla Bonita que algún equipo puntero (que no fue el ganador) estaba empleando asistencias ilegales durante la prueba, pero sin pruebas no hay delito.

La segunda plaza fue, como tímidamente ya adelantamos, para el R5 de Adrián García. El tinerfeño está haciendo méritos propios con un modelo que quizás no sea el más competitivo de su grupo, pero al que poco a poco va cogiendo el tacto y logrando registros notables: "Las diferencias con el GT han sido más cortas que en el rallye anterior, pero sobre todo me quedo con la confianza que ahora me transmite nuestro Peugeot 208 T16 R5."

García añadió el toque de `modernidad y senda FIA` ante un parque automovilístico canario que, en líneas generales, se ha quedado anclado en el pasado. Los más de 2 minutos que a su vez le propinaba al tercer clasificado evidencian tal circunstancia, el Mitsubishi EVO VIII (un coche lanzado hace 15 años) de Jorge Rodríguez.

Las diferencias entre los participantes de la parte alta de la tabla descafeinaron un tanto esta cuarta cita del regional, manteniendo la esperanza de que en alguna de las citas restantes pueda verse algo más de emoción en la lucha por el podio.