Ghosn, en el centro, durante la inauguración de la planta Alpine. |
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El ejecutivo Carlos Ghosn se ganó un aura de lÃder despiadado y eficaz al reflotar a Renault y Nissan con agresivos recortes y conducir ambas empresas bajo una exitosa alianza, pero su carrera está en el aire por supuestas infracciones fiscales.
La repentina detención de Ghosn en Japón y su incierto futuro como máximo responsable del conglomerado Renault-Nissan-Mitsubishi han sobresaltado tanto al paÃs asiático como a la industria del motor en general, donde era una de las figuras más respetadas.
Su brillante currÃculum como directivo se extiende durante más de dos décadas e incluye revivir al fabricante francés Renault, salvar de la quiebra a la nipona Nissan y colocar como lÃder mundial de ventas al tripartito formado por estas dos empresas y por Mitsubishi.
Esta trayectoria quedó temporalmente interrumpida al ser detenido este lunes en Japón por presuntas irregularidades relacionadas con la declaración de sus ingresos, lo que por ahora conllevará su destitución al frente de Nissan y deja a la alianza descabezada y con una lucha de poder en ciernes por el reparto de las participaciones.
Ghosn nació en Porto Velho (Brasil) hace 64 años, creció en el LÃbano y cursó sus estudios superiores en ParÃs -cuenta con pasaporte de estos tres paÃses-, donde inició su carrera profesional en el fabricante francés de neumáticos Michelin.
Tras encargarse de reestructurar distintas divisiones de Michelin, el joven Ghosn llamó la atención de Renault, que lo fichó en 1996 para hacer lo propio en el fabricante de automóviles, tarea que asumió con éxito logrando impulsar sus beneficios.
El empresario dirigió el proceso de alianza entre Renault y Nissan hacia finales de los años 90, y sin abandonar sus funciones dentro del fabricante francés, fue nombrado presidente y CEO del segundo mayor fabricante japonés de vehÃculos.
La designación de un extranjero de 45 años como máximo responsable del gigante nipón causó recelos entre los conservadores cÃrculos empresariales de Japón, pero Ghosn no tardó en cambiar el destino de la malograda Nissan para convertirse en uno de los lÃderes más admirados del paÃs asiático.
Bajo su férreo mando, Nissan despidió a uno de cada siete empleados y volvió a la rentabilidad, lo que alimentó el mito de un directivo también conocido como "Mr Fix It" (Sr. Reparador) o "Le Cost Killer" (El verdugo de los costes) y cuyo estilo de gestión ha inspirado documentales, libros e incluso manga (cómics) en Japón.
Ghosn, quien solÃa mostrarse incómodo con estos apodos en sus apariciones mediáticas, compaginaba su vida entre Francia, Japón y otros paÃses, y cultivaba una imagen de cercanÃa -con visitas frecuentes a plantas y proveedores de Nissan- que le granjearon el afecto de sus empleados pese a los frecuentes "tijeretazos".
Sin embargo, su creciente salario comenzó a generar ciertas crÃticas dentro de la empresa con sede en Yokohama desde que en 2010 se hizo obligatorio publicar la remuneración de los altos ejecutivos en Japón, paÃs donde la cultura corporativa llama a la contención salarial y a repartir las ganancias entre todos los trabajadores.
Ghosn llegó a ser el ejecutivo mejor pagado de Japón, y en 2017 se embolsó el sueldo récord de 1.098 millones de yenes (8,52 millones de euros), según las cuentas anuales anunciadas en la junta de accionistas de la compañÃa, reuniones en las que el nivel salarial del dirigente era un punto de debate recurrente.
Sus emolumentos habÃan ascendido en 2016 conforme aumentaron sus responsabilidades al frente de la alianza, que incluÃan dirigir también Mitsubishi Motors, a raÃz de la adquisición de este fabricante por Nissan.
En abril de 2017 abandonó su puesto como consejero delegado (CEO) en Nissan, aunque se mantuvo como presidente de la firma nipona, asà como CEO y presidente de Renault y de la alianza.
El conglomerado tripartito dirigido por Ghosn alcanzó el liderazgo mundial de ventas durante la primera mitad de 2018 si se suman los vehÃculos comercializados por todas sus marcas, por encima del grupo alemán Volkswagen.
La alianza parecÃa navegar viento en popa pese al momento difÃcil que atraviesa la industria, marcado por el estancamiento de la demanda de vehÃculos en el mundo, el encarecimiento de las materias primas y la transformación en los hábitos de transporte urbano.
Entre las últimas medidas anunciadas por Ghosn destacan su estrategia "Alianza 2022", que aspira a situar al grupo a la vanguardia de las tecnologÃas del vehÃculo eléctrico, conducción autónoma y conexión a la red, y el acuerdo sellado el pasado septiembre con Google para incorporar sistemas de navegación a sus vehÃculos.
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