Cuando desde hace meses comenzó a hablarse de un nuevo Ferrari, muchos se echaron las manos a la cabeza al rumorearse que sería un escalón "de acceso". Viendo ahora las fotos oficiales y sus principales características técnicas, nada hace pensar que pueda manchar la impecable trayectoria de las últimas décadas de Ferrari.

Hasta otoño no se comercializará y lo veremos oficialmente en el Salón Internacional del Automóvil de Paris, pero ya conocemos que el nuevo California llevará un motor V8 de 4,3 litros y que rendirá una potencia de 460 CV. La transmisión será secuencial de siete velocidades y doble embrague, y permitirá al pequeño Ferrari acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,0 segundos.

Otra novedad importante será que incorporará por vez primera en un modelo de la firma italiana, el techo rígido escamoteable. El chasis está construído íntegramente en aluminio y el motor se montará igualmente por vez primera en un Ferrari en posición central delantera.

La velocidad del nuevo cambio es superlativa y roza la perfección, mientras que los frenos serán cerámicos. Es decir, que el nuevo California podría ser el Ferrari más rápido en retorcidas carreteras de montaña.

En Ferrari aseguran que el pequeño de la familia mantendrá intactas las cualidades dinámicas y prestacionales que siempre han caracterizado a la marca, lo que es un sinónimo de garantía.

¿Espectacular? Pues sí. Quizás el Ferrari que todos soñábamos: compacto y rabioso.