Del 26 de junio al 15 de julio, coincidiendo con la ola de calor que vive España, el RACE ha realizado 41.086 expedientes de asistencia en carretera, lo que supone ese 59,6% más respecto al mismo periodo de 2014.
El Barómetro de AverÃas del RACE analiza los problemas mecánicos derivados de la ola de calor, que concluye que las altas temperaturas, unidas a la falta de mantenimiento, provocan un mayor desfallecimiento del motor, que en muchos casos se podrÃa haber evitado con un pequeño chequeo de seguridad y niveles antes de emprender el viaje.
Respecto a los problemas detectados por el aumento de las temperaturas, destacan los casos de calentamiento del motor (que aumenta más del doble) y los de pérdida de agua (un 160 % más).
El calor afecta al motor, y solo a través de su mantenimiento, y de una conducción adecuada, se puede reducir el riesgo de averÃa, recomienda el RACE.
En este sentido, los problemas mecánicos relacionados con la temperatura son muy complicados de solucionar `in situ`, lo que provoca un mayor perjuicio para los viajeros, que ven como el coche es remolcado a un taller, por un lado, y ellos deben continuar el viaje, o esperar la reparación, a través de los medios puestos por su asistencia en carretera mientras se soluciona la averÃa de su vehÃculo
Además, añade que los neumáticos y baterÃas ocupan los primeros puestos de los motivos que requieren una asistencia en carretera.
Ante los 81,5 millones de desplazamientos de este verano, el RACE recomienda que antes de salir se realice un correcto mantenimiento del vehÃculo, ya que un chequeo básico de niveles y seguridad reduce el riesgo de sufrir un problema durante el viaje.
El RACE aconseja revisar el nivel de refrigerante en el bote de expansión antes de un viaje, sin olvidar revisar también el nivel de aceite, ya que es fundamental para la refrigeración del motor.
Se ha de tener cuidado al aparcar en una zona de rastrojo o monte tras una circulación prolongada: el contacto del catalizador o del tubo de escape con las zonas secas del monte pueden provocar un incendio.
Durante el viaje se ha de estar pendiente de los testigos de temperatura, especialmente en atascos y retenciones, y si el coche sufre un sobrecalentamiento, parar en un lugar seguro lo antes posible, apagar el motor y no tocar nada por el riesgo de quemaduras con el motor o de lÃquidos.
El sistema de refrigeración permitirá que el interior del auto esté fresco y si este no funciona bien, puede ocasionar que el motor se caliente más rápidamente.
Se han de vigilar la presión, estado y dibujo de los neumáticos, ya que cogen mucha temperatura, además de evitar conducir de forma agresiva, ya que al frenar, el calor generado por el roce con las pastillas y el calor exterior hace que su refrigeración sea más difÃcil.
El calor extremo evapora lÃquidos y deteriora componentes, por lo que debemos intentar siempre mantener el coche ventilado y aireado, y aparcado en zonas de sombra.
Si se deja el coche expuesto mucho tiempo al sol, se debe proteger el interior con un parasol y un protector del volante, lo que reducirá algo la temperatura interior
Antes de iniciar la marcha, se han de dejar las ventanillas y puertas abiertas durante 30 segundos, y posteriormente, encender el climatizador.
Se ha de evitar viajar en las horas de más calor del dÃa, sobre todo si se viaja con niños, con personas mayores e incluso con animales de compañÃa, que sufren mucho.
También se deben proteger las ventanillas traseras con protectores solares, para evitar el sol directo, y se ha de combatir el calor con ropa cómoda y transpirable, gafas de sol y paradas regulares en largos viajes parta descansar e hidratar
En el interior se ha de mantener una temperatura en el interior del habitáculo entre 21 y 22 grados de manera continua, intentando evitar que el chorro del aire de directamente en el cuerpo. Las ventanillas se han de abrir periódicamente para evitar un ambiente muy reseco
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