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Pruebas
Prueba del Tesla Model S 100D: no querrás otro coche.
A los vehículos eléctricos, que ya empiezan a verse por las carreteras y ciudades de toda España, les pasa como a las cajas automáticas. De primeras, la inmensa mayoría las rechaza por lo que les gusta es conducir, pero cuando las prueban...

 Javier Millán - Publicado el 09/febrero/18
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Lo mismo sucede con los coches eléctricos. Una vez superados los inconvenientes del precio, de autonomía y de falta de puntos de recarga, a todos les sorprende las ventajas que conllevan en cuanto a ahorro de tarifas de aparcamiento o de tiempo al poder acceder el conductor -sin ningún acompañante- a un carril de alta ocupación BUS-VAO y evitarse así los atascos de entrada y salida de las grandes ciudades.

Y, si además, el vehículo a estudiar es un Tesla, el "flechazo" puede ser más rápido, especialmente si se trata del Model S con la motorización 100D que eroga una potencia de 422 CV, fruto de combinar dos propulsores eléctricos uno en el eje delantero y otro en el trasero con los que acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h.

Por encima del 100D que hemos probado se sitúa el P100D de 612 CV que llega a 100 km/h en 2,7 segundos.

Común a los dos es la batería de 100 kWh -que en el caso del P100D es de alto rendimiento- y el control digital e independiente del par motor en las ruedas delanteras y traseras para proporcionar un control de tracción total en todas las condiciones.

Tesla anuncia una autonomía para el 100D de 632 km según el ciclo NDEC, que baja a 613 para el P100D.

Antes de entrar en materia, advertir de que la autonomía real de cualquier eléctrico varía dependiendo de la configuración del vehículo, la edad y el estado de la batería, el estilo de conducción y las condiciones climáticas, ambientales y de funcionamiento.

Por ejemplo, en la página web del fabricante se indica que, a una velocidad de 100 km/h, con una temperatura exterior de 20 º, sin conectar el climatizador y con llanta de 19 pulgadas, la autonomía del 100D se reduce a 594 km y a 572 km en el P100D.

Además, los fabricantes recomiendan no dejar que se vacíe del todo ni recargarla entera. En el caso del Tesla, el conductor puede elegir qué proporción de la batería se deja sin cargar para una mayor durabilidad a futuro.

Dicho esto, indicar que esas fluctuaciones pueden ser mayores si se aprovecha el enorme potencial que ofrece el doble motor del 100D.

Y el que pueda estar libre de probarla que tire la primera piedra. Porque si algo tiene este coche es seguridad.

No le hacen falta aditamentos como el launch control que montan algunos deportivos para conseguir una aceleración fulgurante de 0 a 100 km/h.

Con el Tesla Model S 100D solo hay que pisar el pedal con algo de decisión y agarrar el volante con las dos manos. Esta berlina de casi cinco metros lo hace todo casi a la velocidad de la luz.

Es, si se permite el símil, como una luz de led que desde el principio brilla con total intensidad. Por el contrario, otros vehículos que intentan imitarle son como bombillas de bajo consumo, que al rato de encenderse ganan en luminosidad, pero hay que darles algo de tiempo para que estén al 100 %.

Al Tesla le sobra tiempo gracias a su potente par motor que está siempre disponible y que provoca que la consabida autonomía se reduzca si se apuesta por una conducción dinámica.

Sin embargo, no sucede como en los eléctricos "generalistas", los de unos 30.000-40.000 euros y autonomías que pueden ir hasta los 250-300 km, en los que el conductor va pendiente de la batería constantemente para saber si llegará o no a su destino.

Con el Tesla se pueden hacer viajes largos con más tranquilidad que en el resto, aunque siempre hay que tener en cuenta donde están los denominados supercargadores (actualmente hay 19 repartidos por España, que en 20 minutos recargan el vehículo para poder continuar el camino otros 250 km). Desde el navegador de esta berlina de lujo se informa la distancia y se guía hasta ellos.

Si se opta por un enchufe de casa de 230 W el tiempo para una recarga al 100 % es de unas 39 horas. Lo lógico es que este tiempo sea de unas 20-24 horas por lo que se ha explicado anteriormente de reservar una parte de la batería.

Como ejemplo destacar que, en un enchufe de un hogar, se puede conseguir cada hora una autonomía para 11,7 kilómetros. En unas 7,5 horas que permaneció el vehículo enchufado en el garaje -aproximadamente de 7:00 de la mañana a 14:30- recargó energía para recorrer 87 kilómetros.

En una prueba nocturna (de 22:30 a 6:30 horas) se obtuvieron 90 kilómetros adicionales y en otra de carga reducida (de 7:15 a 10:10 horas) 39.

Todos estos datos se recortan claramente usando un Wall Box -del que no hemos dispuesto para la prueba- de 11 kW (16 amperios trifásico) o de 22 kW (32 amperios trifásico).

Por cierto, la boca de carga para enchufar este Tesla es algo más exclusiva que en el resto de coches. Mientras que en los actuales eléctricos lo normal es que esté emplazada en la parrilla delantera (oculta por el logotipo de la marca) o en una aleta de la misma zona, en el Model S está camuflada en la prolongación del faro trasero por el lateral de la carrocería.

Los detalles diferenciadores también continúan con el mando del vehículo, que tiene forma de Tesla "mini". Con él se pueden abrir y cerrar puertas como en el resto de vehículos.

Lo que también le hace parecer único es que cuando accedemos a su interior, además de su enorme pantalla central de 17 pulgadas, no hay botón de arranque. Basta con accionar la palanca de la transmisión automática y el coche ya está en marcha.

El silencio, eso sí, es igual que en el resto de eléctricos: absoluto. Lo único que van a percibir los ocupantes es el ruido de rodadura o el viento en la carrocería de este deportivo eléctrico.

Y decimos deportivo, porque se comporta como tal. A su fulgurante capacidad de aceleración, se une el que no tiene velocidad máxima tope de 130-140 km/h como otros eléctricos. Con el Tesla se puede ir mucho más rápido, ya que su limitación está en los 250 km/h.

En general, la nota dominante de este vehículo es que se conduce sin ningún problema, a pesar de su tamaño y potencia.

Tiene un buen equipo de frenos que lo detiene sin que cabecee la parte delantera y que aguanta bien las bajadas de un puerto. También el sistema de frenado regenerativo -al soltar el acelerador el coche progresivamente se va deteniendo- ayuda a no tener que estar pisando el pedal todo el rato.

A velocidades de crucero altas se perciben ligeramente en curvas cerradas las torsiones del chasis, a pesar de que el centro de gravedad está bajo por la ubicación de la batería, lo que le da más estabilidad al coche e impide -según el fabricante- un vuelco.

Otro elemento que contribuye a que el coche no sufra subvirajes por la rápida entrega de potencia es la tracción integral, que también es de gran ayuda en firmes con poco agarre.

Volviendo al interior éste sobresale por la simplicidad y el minimalismo en los mandos. El volante solo tiene dos ruedas para navegar por las distintas opciones y un botón para ordenar por voz al coche algunas funciones.

Todo lo demás se maneja desde la gran pantalla central, ubicada en posición vertical. La temperatura, la navegación, la conexión a internet, los diferentes ajustes del vehículo, el consumo, el estado de la batería.. y así un largo sin fin de cosas, entre los que no falta el manual del usuario.

Lo tecnológico casa muy bien con los toques tradicionales como la tapicería en cuero blanco de la unidad probada y los tiradores plateados.

El puesto de conducción es muy cómodo y ergonómico, aunque si se opta por una posición de la banqueta baja, el montante del parabrisas es un poco molesto en curva.

Atrás, dos personas viajarán como si fueran en una limusina lujosa y potente.

Muy aconsejable es descargarse en el teléfono móvil la aplicación de Tesla. Desde ella se puede abrir o cerrar el coche, programarlo para la carga, tocar el claxon o hacer un destello con las luces -muy útil para localizar el coche en un garaje- e incluso moverlo hacia delante y hacia detrás desde fuera del vehículo si el espacio es angosto.

En el equipamiento de serie destacan la pantalla táctil de 17 pulgadas (43 centímetros de diagonal) con navegación y actualizaciones gratuitas durante siete años, acceso sin llave, conectividad wi-fi e internet control remoto mediante aplicación móvil, tiradores de puerta retraíbles, cámara trasera de alta definición, radio de Internet por streaming, luces de LED con asistente automático y asientos delanteros calefactados con ajuste eléctrico.

También sale de fábrica con maletero delantero y trasero (unos 894 litros), sistema de prevención de colisión y frenado de emergencia automático, tracción eléctrica a las cuatro ruedas y frenos de disco, entre otros elementos.

El fabricante asegura que, lo que en otras marcas es opcional, en Tesla no tiene coste.

Esto no significa que no haya extras. Opcionalmente, para hacerle más premium y seguro, se ofrece un sistema de filtración de aire HEPA de grado médico, que elimina del aire de la cabina el 99,97 % de la contaminación de partículas del escape, alérgenos y bacterias, y que cuenta con modo de defensa contra armas biológicas.

También se puede equipar un sistema de sonido premium de once altavoces, asientos calefactados en toda la cabina y volante con calentador, deshielo en limpiaparabrisas y calentadores para boquillas de limpiaparabrisas.

Para los que no quieran gastarse tanto dinero (más de 100.000 euros), pero deseen tener un Tesla en su garaje hay una tercera opción del Model S: el 70D.

Independientemente del motor elegido, lo que está claro es que con un Tesla no se pasa desapercibido. Solo hay que aparcarlo en la oficina o al lado de un colegio para que los compañeros de trabajo o los padres de los amigos de tus hijos te pidan que se lo enseñes.

Y te preguntarán por el Autopilot, que se conecta con dos toques (como si dieras las luces de carretera) cuando el coche lee a la perfección las líneas de la vía por la que circulamos.

A partir de ese momento se pueden retirar las manos del volante y dejar al coche que se encargue de todo. Gracias a las cámaras y sensores y al control de crucero adaptativo, frenará si reduce velocidad el coche de delante y podrá cambiar de carril si accionamos el intermitente y no viene nadie.

En definitiva es un coche al que todas las marcas tienen en su punto de mira. Es un deportivo por diseño y por comportamiento, con una duración de la batería que, por el momento, no ofrecen sus rivales.

Además, la falta de tiendas físicas en España -ya hay en Barcelona y Madrid- ha provocado que sean pocas las unidades de Tesla que se ven por España, lo que le hace un vehículo muy exclusivo.

La marca norteamericana propiedad del multimillonario y visionario Elon Musk ofrece la posibilidad de financiarlo a 84 meses al 0,49 %. Habría que dar una entrada de 10.000 euros y abonar al mes una cuota -si la operación es a 84 meses- de 1.233 euros.

Según Tesla, el ahorro anual de combustible que puede lograr con un 100D es de 6.000 euros. En este punto, destacar que en la red de supercargadores de Tesla los propietarios disponen de 400 kWh de créditos gratuitos anuales.

Otro ventaja es que el modelo analizado puede ser claramente el único coche de una familia por autonomía (se puede estar una semana sin recargarlo si se conduce como el resto de eléctricos y no se abusa de su capacidad de aceleración), por espacio para pasajeros y para el equipaje.

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