Con semejante oferta de modelos en el mercado, con algunos ejemplos con personalidad propia pero también con muchos clones, se hace difícil encontrar el punto diferencial que nos haga decantar por una opción u otra a la hora de adquirir un coche. La fidelidad a una marca es un valor cada vez menos habitual, debido a la notable calidad general de las propuestas de los diferentes fabricantes y a que la tecnología aplicada cobra especial relevancia. Entre tanta variedad, el Suzuki S-Cross no destacada por un diseño distintivo o agresivo, ni tampoco por una amplia variedad de opciones de equipamiento y mecánicas disponibles. Todo lo contrario, pues al igual que el resto de hermanos de marca, el S-Cross cuenta con una gama racional.

Hablando de diseño, tratamos con un modelo a medio camino entre un SUV al uso y un todoterreno light, pero únicamente a nivel estético pues sus aspiraciones no van más allá del asfalto, al menos si escogemos la variante con tracción delantera (el 4x4 es una opción). Quien busque un vehículo con el que aventurarse al campo, Suzuki ofrece otras y muy buenas opciones. Las líneas no sorprenderán, pero tampoco desagradan a la mayoría y le permitirá resistir bien el paso de los años sin que envejezca desmesuradamente.

La calandra delantera con diez barras verticales cromadas presiden una estampa que evoca su pertenencia a una marca aventurera, así como un paragolpes de líneas bien marcadas y acabado en plástico. De esta forma resistirá mucho mejor los pequeños golpes de aparcamiento que muchas veces son inevitables. Este material se extiende a lo largo y ancho de la carrocería, protegiendo el perímetro del coche. La vista trasera está realzada gracias a unos grupos ópticos de agradable y moderno diseño, así como la característica luz de niebla en posición central inferior, característica de Suzuki.

En el interior se vuelve a repetir el patrón de un diseño sencillo pero práctico, que desprende una agradable sensación de durabilidad y resistencia, algo que quedará corroborado en marcha merced a la total ausencia de ruidos o crujidos parásitos. Todos los mandos son de una facilidad de manejo y comprensión pasmosa, lejos de florituras y complejidades modernas varias. El sistema multimedia es la única concesión que se hace en este sentido, aportando todo lo necesario para el cliente que lo necesite, como la conectividad por bluetooth, navegador, Android Car Auto y Car Play, etc.

En su último restyling, el S-Cross adoptó las principales medidas de seguridad activa y pasiva que se demandan a día de hoy, como son los Airbags de cortina y rodilla, control predictivo de la frenada, control de la presión de los neumáticos y el asistente de frenada. Además, se incluyen los sensores de aparcamiento delantero y trasero, Auto Start Stop, climatizador bizona, etc.

Una vez en marcha, el Suzuki S-Cross sorprende. El motor 1.4 BoosterJet vuelve a brillar con luz propia y aporta sobradamente la potencia que puede llegar a demandar incluso una conducción deportiva. No olvidemos que es el mismo motor que equipa el Vitara o el Swift Sport, una mecánica moderna y sobre todo ultra eficiente. Los 140 CV de catálogo parecen incluso más en marcha, algo en lo que influye que el peso general del vehículo se mantenga a raya y por debajo de su competencia. Eso influye no solo en las prestaciones, sino también en el consumo. En pocos vehículos logramos estar en el entorno a los 6 litros en una combinación de ciudad, carretera y autopista sin tener que estar especialmente atentos al uso del acelerador, y el S-Cross lo logra. Si además tenemos en cuenta el segmento en el que milita, el mérito es doble. Nos atreveríamos a decir que es el SUV de gasolina más frugal del mercado, atendiendo a las cifras reales de consumo, y no las de ficha.

Otro dato a tener muy en cuenta con el Suzuki S-Cross es su fiabilidad. La última encuesta de “What Car?”, donde se analizan los fallos de 159 coches en el Reino Unido, arrojó un resultado arrollador: el S-Cross fue el único coche que no dio un solo problema a sus propietarios y por supuesto, logró el primer puesto de fiabilidad.

Ahora que la red de ventas y post venta de Suzuki comienza a situarse en niveles de calidad y servicio óptimos, el S-Cross se convierte en una opción de compra muy recomendable y que merece al menos ser tenida en cuenta en cualquier quiniela.