La producción se lleva a cabo en la planta que el grupo tiene en de Hordain, en el norte de Francia, y que fabrica camionetas de las marcas Peugeot, Citroen y Opel, señaló la compañía en un comunicado.

El plan de la empresa prevé que la fábrica alcance en 2024 una capacidad de producción de 5.000 vehículos anuales con esta propulsión, que se presenta como una de las grandes alternativas para una automoción no contaminante, aunque por ahora haya muy pocos puntos de repostaje.

El consejero delegado del grupo, Carlos Tavares, destacó la flexibilidad puesta en marcha en la planta, que permite producir a la vez vehículos con motor térmico tradicional, eléctricos y movidos por hidrógeno.

Estos vehículos están destinados a profesionales que necesitan vehículos "cero emisiones" y mayor autonomía que la que ofrece un eléctrico, además de un tiempo de repostaje rápido (3 minutos).

Además, al no tener la pesada batería de un eléctrico, la capacidad de carga se mantiene en 1.000 kilos.