Así lo recoge el estudio "Hábitos de consumo de combustible en España", elaborado por la compañía de estaciones de servicio automáticas Plenoil, según el cual la mitad de los conductores que acuden a estas gasolineras de bajo coste lo han comenzado a hacer recientemente por el menor precio.

El 69,60 % citan el precio del combustible como el factor principal por el que eligen una gasolinera, seguida de la ubicación (el 46,49 %), los servicios más allá del repostaje del combustible (23,37 %) y la atención al cliente (15,05 %).

Un 69 % apoya el descuento de 20 céntimos por litro de carburante que aplica el Gobierno desde abril.

De ellos, al 11,39 % le parece correcta esta medida, mientras que un 57,38 % cree que es insuficiente, principalmente las mujeres.

Sólo un 31 % opina que ese descuento de 20 céntimos no es una buena solución.

Por otro lado, un 12,03 % dice que reposta habitualmente en carretera (mayoritariamente jóvenes menores de 35 años), mientras que un 37,43 % lo hace en estaciones de servicio ubicadas en zonas urbanas; un 29,75 % en las situadas en las inmediaciones de un pueblo o ciudad y un 20,79 % en polígonos industriales.

Lo que más valoran los conductores de una gasolinera de bajo coste es que esté operativa las 24 horas del día los 365 días del año, en concreto el 37,38 %.

Un 27,52 % prefiere que disponga de varios surtidores para evitar largas esperas, principalmente los conductores de vehículos híbridos.

Respecto a las diferencias entre el combustible que ofrecen las gasolineras de nueva generación y las tradicionales, un 33,51 % afirma que es la misma, frente a un 37,92 % que opina que es de menor calidad; mientras que el 28,56 % lo desconoce.

Entre los que creen que el combustible es de inferior calidad, el 45,95 % afirma que lo único que cambian son los aditivos, frente a un 32,64 % que cree que tanto el combustible como los aditivos son distintos y un 21,41 % que desconoce la diferencia, pero que considera que la calidad es inferior.

Según el estudio, el 39,21 % de los conductores ha valorado la opción de recurrir al transporte público u otras alternativas de movilidad.

Del 60,79 % que no han considerado otras alternativas de transporte, el 25,54 % continuará haciendo uso de su vehículo como hasta ahora, el 17,72 % seguirá utilizándolo, pero no con la misma frecuencia; y el 17,52 % lo hará con normalidad, buscando siempre las opciones más económicas.