En concreto, el sistema de navegación de Toyota registrará los hábitos del conductor a la hora de frenar o acelerar y en función de los resultados del análisis el asegurado pagará una determinada prima, más baja si su conducción es catalogada como segura y más cara si es temeraria.

Toyota, que vendió 219.842 vehículos en EEUU, calcula que en 2020 asegurará a unos 450.000 propietarios estadounidenses de vehículos de la compañía, y estima que este negocio le reportará unos ingresos de 55 millones de dólares (unos 48,4 millones de euros), según detalló el diario económico Nikkei.

El fabricante japonés se ha asociado con la aseguradora nipona Aioi Nissay Dowa Insurance para poner en marcha este negocio en el mercado estadounidense que fomentará, según ambas compañías, una conducción más segura.

Para gestionar el negocio, las subsidiarias estadounidenses de ambas empresas han establecido una nueva compañía conjunta, Toyota Insurance Management Solutions USA, que comenzó a operar el pasado 1 de abril

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