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Mercado La evolución tecnológica de los faros del Opel Insignia: del xenón a LED IntelliLux
Cuando el Opel Insignia llegó al mercado en 2008, lo hizo con la intención de marcar un antes y un después en la categoría de las berlinas medianas. Y uno de los aspectos donde más se notó su ambición fue en el apartado de iluminación. En aquel momento, muchos modelos del segmento aún confiaban en faros halógenos como equipamiento base, pero Opel apostó por una tecnología más avanzada: el sistema AFL-Plus con faros de xenón, capaz de adaptar el haz de luz a diferentes situaciones de conducción.
Los faros del primer Insignia ofrecían hasta nueve configuraciones automáticas distintas, dependiendo de factores como la velocidad, el ángulo del volante o las condiciones meteorológicas. El sistema ajustaba el haz de luz para adaptarse, por ejemplo, a la conducción en autopista, en ciudad, en curvas o con lluvia intensa. El avance, en aquel momento, no era menor. Aun así, el sistema tenía sus límites. El consumo eléctrico era alto, el mantenimiento más caro que el de una bombilla convencional y, con el tiempo, la evolución natural apuntaba hacia soluciones más eficientes.
De los primeros LED al control absoluto del haz de luz
En 2017, con la segunda generación del Insignia, Opel dejó atrás el xenón para dar paso a los faros IntelliLux LED, formados por 32 diodos LED por unidad. Lo interesante de esta tecnología es que cada uno podía encenderse o apagarse de forma independiente. Esto permitía, por ejemplo, circular con las largas activadas sin molestar a otros conductores, ya que el propio sistema oscurecía de forma selectiva las zonas donde detectaba tráfico.
El salto respecto al sistema anterior era evidente. Los faros LED consumían menos, iluminaban mejor —con una luz más cercana al tono natural— y respondían más rápido. La conducción nocturna ganaba en claridad y en comodidad y el sistema funcionaba con una fluidez que se notaba incluso en trayectos urbanos. No era necesario esperar a que las luces se ajustaran: el cambio era casi instantáneo.
La era del píxel en carretera
En 2020, la última versión del Opel Insignia introdujo farosIntelliLux LED Pixel Light con 168 segmentos LED por faro, un número que multiplica por más de cinco la cifra de la generación anterior. Cada uno de esos 168 puntos puede activarse o desactivarse en milisegundos. La idea de Opel con este sistema era que el conductor viera lo máximo posible sin molestar a nadie. Y lo cierto es que el resultado es muy cercano a esa intención.
La solución empleada por la firma permite al sistema dibujar una iluminación perfectamente adaptada al entorno, con sombras activas que protegen a peatones o vehículos que circulan en sentido contrario, mientras que el resto de la vía permanece iluminado con intensidad. Esa respuesta milimétrica mejora la visibilidad en carreteras mal iluminadas, en curvas o en zonas con tráfico irregular. Pero eso no es todo.
Según datos internos de la marca, el uso de estos sistemas ha contribuido a reducir los accidentes nocturnos relacionados con la visibilidad, tanto en vías rápidas como en carreteras secundarias. Al evitar el deslumbramiento de otros conductores, se mejora la convivencia en carretera y se reduce la fatiga visual de todos los usuarios, con todo lo que ello conlleva.
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